Un juez de la Corte Suprema de Nueva York dictaminó discretamente este mes que las normas que obligan a las personas a permanecer en cuarentena cuando están infectadas o expuestas a enfermedades transmisibles altamente contagiosas, son una violación de la ley estatal, por lo que las declaró nulas.
Los procedimientos de aislamiento y cuarentena, conocidos como Norma 2.13, se promulgaron en febrero.
Según la norma, «siempre que sea apropiado para controlar la propagación de una enfermedad transmisible altamente contagiosa, el Comisionado de Salud del Estado puede emitir y/o puede ordenar a la autoridad sanitaria local que emita órdenes de aislamiento y/o cuarentena, en consonancia con el debido proceso legal, a todas las personas que el Comisionado de Salud del Estado determine como apropiadas».
Los aislamientos pueden incluir a personas confinadas en sus casas o en una vivienda residencial o temporal, según lo que la autoridad de salud pública que emita la orden determine como «apropiado».
La norma también señala que «cuando los síntomas o las condiciones indiquen que se requiere atención médica en un hospital general, el lugar de aislamiento será un hospital general».
Tres legisladores estatales republicanos, el senador George Borrello, el asambleísta Chris Tague y el asambleísta Michael Lawler, junto con Uniting NYS, presentaron una demanda contra la gobernadora demócrata Kathy Hochul, la comisionada de salud Mary Bassett, el departamento de salud del estado y el Consejo de Salud Pública y Planificación Sanitaria.
Los demandantes argumentaron que los procedimientos de aislamiento y cuarentena violan la Constitución del Estado de Nueva York y la separación de poderes.
«Es inconstitucional a nuestros ojos, y cualquier cosa así debería pasar por la legislatura», dijo Tague a los medios locales. «Debería tener la oportunidad de ser debatida. Que los profesionales de la salud y los líderes de nuestras comunidades presenten los hechos antes de que decidamos convertir algo en ley».
“Detención involuntaria”
En una sentencia del 8 de julio, el juez en funciones de la Corte Suprema del condado de Cattaraugus, Ronald D. Ploetz, se puso del lado de los demandantes, afirmando que la norma se limita a dar un «servicio de palabrería» al debido proceso constitucional.
«La detención involuntaria es una grave privación de la libertad individual, mucho más atroz que otras medidas de seguridad sanitaria, como exigir el uso de mascarillas en determinados lugares. La cuarentena involuntaria puede tener consecuencias de gran alcance, como la pérdida de ingresos (o de empleo) y el aislamiento de la familia», escribió Ploetz.
El juez añadió que «no hay datos científicos ni testimonios de expertos» que respalden la norma.
«Los demandados no ofrecieron ningún dato científico ni testimonio de expertos sobre por qué la norma 2.13 era una respuesta necesaria para combatir COVID-19, sino que se limitaron a afirmar que proporcionaría un enfoque rápido y ágil para combatir la pandemia», escribió el juez. «Sin embargo, durante el argumento oral de este asunto, en un momento en el que esperamos que lo peor de la pandemia haya quedado atrás, los abogados de los demandados no pudieron citar ningún caso en el que el procedimiento establecido en la Regla 2.13 se utilizara realmente».
El juez señaló en su fallo que la norma es nula «hasta que la legislación del Estado de Nueva York actúe de otra manera», lo que podría allanar el camino para futuras apelaciones.
El martes, Hochul declaró a los medios de comunicación locales que apelaría la decisión del tribunal. «Nos sentimos muy seguros de que si apelamos esto, tendremos éxito».
La oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, apeló formalmente el miércoles el fallo de la Corte Suprema estatal, según informes locales.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina de James para recibir sus comentarios.
La oficina de Hochul informó el miércoles de que la media de siete días de casos de COVID-19 en Nueva York aumentó de 30.53 por cada 100,000 personas a 35.28. También las hospitalizaciones aumentaron en los últimos días a 2397 pacientes, sin embargo, el 57.5 por ciento de esas personas hospitalizadas fueron ingresadas por razones que no incluían COVID-19.
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