Un juez federal ha desestimado esta semana la demanda de la periodista de investigación Sharyl Attkisson contra el exvicefiscal general Rod Rosenstein, a quien acusaba de haberla espiado ilegalmente a ella y a su familia.
Attkisson, la exreportera de la CBS que reveló la Operación «Fast and Furious», había presentado la demanda en enero de 2020 contra Rosenstein y varios funcionarios del Departamento de Justicia (DOJ), alegando que ella y su familia fueron objeto de un grupo de trabajo multiagencial que fue supervisado por Rosenstein. La demanda alegaba que los funcionarios llevaron a cabo una «vigilancia no autorizada e ilegal» de los ordenadores y teléfonos de ella y su familia entre 2011 y 2014.
En ese momento, Attkisson estaba informando sobre una investigación federal de tráfico de drogas durante el gobierno de Obama que luego se conoció como Operación Fast and Furious. Los Attkisson alegaron que tras la emisión de uno de esos reportajes de la CBS, varios funcionarios gubernamentales comenzaron a indagar activamente en busca de «filtradores» del gobierno que estuvieran proporcionando información a Attkisson y a la CBS.
Ella solicitaba una indemnización por daños y perjuicios por la violación de sus derechos de la Primera y la Cuarta Enmienda, así como por la violación de varias legislaciones federales.
A pesar de haber enfrentado una batalla judicial durante un año con el Departamento de Justicia, Attkisson ha tenido poco éxito con dicha iniciativa porque su equipo legal no había podido conseguir los nombres de los funcionarios implicados en la operación de vigilancia. Después de que «una persona involucrada en la fechoría» aportara información, Attkisson pudo reactivar sus reclamaciones en la demanda de enero de 2020.
El informante alegó que Rosenstein, que en ese momento actuaba como fiscal del Distrito de Maryland, ordenó a los coacusados Shawn Henry, Sean Wesley Bridges, Robert Clarke y Ryan White que «llevaran a cabo una vigilancia informática en el hogar de la familia Attkisson en marzo de 2011», dijo el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos Richard Bennett en su sentencia (pdf).
En abril de 2020, Rosenstein y Henry pidieron al tribunal que desestimara el caso contra ellos por varios motivos, entre ellos la falta de fundamento de la demanda.
El 16 de marzo, Bennett accedió a su petición y desestimó el caso contra todos los acusados tras aceptar su argumento de que Attkisson no había presentado una demanda de reparación.
«Los demandantes no han alegado ningún hecho con respecto a la conducta real relacionada con la supuesta vigilancia de su casa de Virginia que ocurrió en Maryland», escribió Bennett.
Pero le dio a Attkisson la oportunidad de remediar las deficiencias identificadas en su fallo, diciendo que su equipo legal podía presentar una segunda demanda enmendada antes del 31 de marzo.
En un comunicado publicado el 18 de marzo, Attkisson dijo que ella y su equipo legal aún no han decidido sus próximos pasos legales.
«No nos sorprende el fallo del Tribunal a la luz de la opinión anterior del Cuarto Circuito, pero estamos decepcionados. Habría estado bien que el gobierno dijera la verdad antes de que el caso se decidiera en Virginia y en el Cuarto Circuito, pero al menos ahora sabemos que nuestro propio gobierno fue directamente responsable de llevar a cabo la vigilancia ilegal de una periodista y que el señor Rosenstein estuvo involucrado, y que Rosenstein se esconde detrás de una supuesta ‘inmunidad’ legal y de argumentos de impedimento legal para evitar su responsabilidad», dice el comunicado.
«A pesar de lo despreciable que es y fue esta conducta, el objetivo era encontrar la verdad. Como todo el mundo sabe, intenté evitar el litigio, pero el gobierno me mintió, mintió al Congreso y ocultó la verdad de lo ocurrido. La verdad es lo único que queríamos como familia. Espero y rezo para que esto nunca le ocurra a otra familia».
Múltiples exámenes forenses independientes han establecido que los ordenadores y teléfonos de Attkisson fueron intervenidos y vigilados. El 31 de agosto de 2018, un antiguo jefe de unidad del FBI firmó una declaración jurada en la que afirmaba que los ordenadores de Attkisson fueron pirateados utilizando un sofisticado software solo disponible para entidades gubernamentales como el FBI, la CIA y la NSA.
Sharyl Attkisson es colaboradora de The Epoch Times.
Ivan Pentchoukov contribuyó a la elaboración de este artículo.
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