Un juez federal ha desestimado una demanda de la campaña Trump que pretendía retrasar la certificación de los resultados en Pensilvania por acusaciones de que el proceso electoral del estado violaba la Constitución debido a las diferentes normas de verificación y transparencia para los votantes por correo frente a quienes votaban en persona.
El juez Matthew W. Brann en su opinión publicada el sábado por la noche describió el caso como «argumentos legales forzados sin mérito y acusaciones especulativas».
Brann, un candidato del expresidente Barack Obama, dijo que dado que el caso le pedía que desestimara los votos en la práctica, la campaña de Trump debía haber llegado a los tribunales «armada con argumentos legales convincentes y pruebas de hechos de corrupción desenfrenada».
Dijo que debido a que el caso estaba «elaborado al azar», no tenía «autoridad para quitar el derecho al voto a una sola persona».
El juez añadió: «Entre los motivos que podrían justificar la denegación del permiso para enmendar están la demora indebida, la mala fe, los motivos dilatorios, los prejuicios y la inutilidad».
El abogado personal del presidente Donald Trump, el exalcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani, en respuesta a la desestimación, agradeció a Brann su rápido fallo sobre el caso, al tiempo que expresó su decepción por el hecho de que a los abogados de la campaña de Trump no se les hubiera concedido la oportunidad de presentar sus pruebas en una audiencia.
Giuliani dijo que la decisión de Brann ahora «nos ayudará en nuestra estrategia para llegar rápidamente a la Corte Suprema de los Estados Unidos».
«Buscaremos una apelación expedita al Tercer Circuito», dijo.
Giuliani añadió que la campaña está en total desacuerdo con la opinión de Brann, dadas las pruebas que tienen a su disposición y afirmó que las pruebas estaban siendo censuradas.
«Hay tanta evidencia que en Pensilvania, los demócratas eliminaron nuestra oportunidad de presentar 50 testigos y otras pruebas que indican que los funcionarios electorales ignoraron descaradamente la ley de Pensilvania que negaba la revisión independiente».
«Esto resultó en 682,777 votos que fueron emitidos ilegalmente, con o sin intención. Esto es solo una extensión de la censura demócrata corrupta de las grandes tecnológicas y los grandes medios de comunicación de los hechos condenatorios que el público estadounidense necesita saber».
Giuliani terminó haciendo una petición al Tercer Circuito para que se pronuncie «lo más rápidamente posible» sobre la apelación.
Sin embargo, el fallo de prejuicio puede hacer que la campaña ya no pueda apelar en base a los méritos del caso.
En el caso, la campaña Trump sostiene que los «condados claramente demócratas» notificaron a los votantes sobre la falta de sobres secretos u otros problemas con las boletas con tiempo para que algunos las arreglaran, pero los condados de las regiones republicanas «siguieron la ley y no proporcionaron un proceso de notificación y cura», dejando a muchos republicanos sin derecho a voto.
Giuliani había dicho la semana pasada que la campaña estaba preparada para perder algunos de sus casos en los tribunales federales, citando el caso Bush contra Gore en el año 2000 que llegó a la Corte Suprema.
«Así que estamos preparados en algunos de estos casos para perder y apelar, y llevarlo a la Corte Suprema», dijo el 17 de noviembre.
Giuliani añadió que hay otro caso en Michigan que también está «preparado y listo para ir» a la Corte Suprema, así como demandas en otros estados.
La fecha límite para la certificación de los resultados de Pensilvania es el lunes. El candidato presidencial demócrata Joe Biden mantiene una ventaja de más de 80,000 votos.
Con información de Jack Phillips, Janita Kan, Tom Ozimek y Reuters.
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