El fiscal especial John Durham y su equipo no pueden decirle al jurado cómo la fuente principal del dossier contra Donald Trump ha tenido vínculos con la inteligencia rusa, dictaminó un juez estadounidense el 4 de octubre.
El FBI abrió una investigación sobre Igor Danchenko, la fuente del dossier, después de que un colega de Danchenko alertó a las autoridades cuando avisó que la fuente del dossier le había dicho que podía conseguirle dinero a cambio de información clasificada.
La investigación del FBI avanzó después de que los agentes supieran que Danchenko había estado en contacto con la embajada rusa y conocía a oficiales de inteligencia rusos y que en el pasado había estado interesado en convertirse él mismo en un oficial de inteligencia ruso. Pero la oficina cerró la investigación en 2010, alegando que Danchenko había abandonado el país.
Danchenko luego les dijo a los agentes, en 2017, que tuvo contacto con varias personas que creía que eran oficiales de inteligencia rusos.
El equipo de Durham le pidió a la corte en septiembre que les permitiera a los fiscales discutir lo que el FBI averiguó durante la investigación.
“El gobierno anticipa que una posible estrategia de defensa en el juicio será argumentar que las supuestas mentiras del acusado sobre el origen del Dossier Steele no fueron materiales porque no afectaron y no podrían haber afectado el curso de las investigaciones del FBI sobre posible coordinación o conspiración entre la campaña de Trump y el gobierno ruso. Por lo tanto, el gobierno debería poder presentar evidencia de esta investigación previa de contrainteligencia (y esos (sic) hechos subyacentes a esa investigación) como evidencia directa de la materialidad de las declaraciones falsas del acusado”, dijeron los fiscales en ese momento.
“Tal evidencia es admisible porque en cualquier investigación de posible colusión entre el gobierno ruso y una campaña política, es apropiado y necesario que el FBI considere si la información que recibe a través de ciudadanos extranjeros puede ser producto de los esfuerzos de inteligencia rusos o desinformación”.
Los abogados defensores dijeron que se podía admitir el hecho de que Danchenko fue investigado por el FBI, pero dijeron que los fiscales no deberían poder usar ninguno de los detalles descubiertos durante la investigación.
En parte, su argumento se basaba en cómo el FBI contrató a Danchenko como fuente humana confidencial en 2017 y continuó pagándole hasta 2020. El comité que revisó a Danchenko antes de su contratación sabía de la investigación previa y los agentes involucrados en la investigación no pusieron objeciones a utilizar a Danchenko como fuente, según la defensa. “Como asunto inicial, esos hechos borran el argumento del gobierno de que cualquier supuesta declaración falsa fue importante para la capacidad del gobierno de evaluar si el Sr. Danchenko podría haber estado trabajando para los rusos todo el tiempo”, dijeron.
El juez federal de distrito, Anthony Trenga, designado por George W. Bush, se puso del lado de Danchenko.
«El valor probatorio de estas alegaciones no probadas, es decir, que Danchenko trató de facilitar la venta de información clasificada y que tuvo contacto con los servicios de inteligencia rusos, lo que tendría que establecerse a través de múltiples niveles de rumores, es sólo de relevancia marginal en términos de probar la materialidad de las declaraciones supuestamente falsas de Danchenko», escribió Trenga en una orden. «El escaso valor probatorio de la prueba se ve sustancialmente superado por el peligro de perjuicio injusto y confusión por las cuestiones».
Danchenko fue acusado de cinco cargos relacionados con darle información falsa al gobierno. Supuestamente mintió acerca de obtener información de Sergei Millian, un hombre de negocios, y no obtener información de Charles Dolan, un socio de la familia Clinton desde hace mucho tiempo.
Rechazo a muchas propuestas diferentes
Trenga también rechazó muchas de las otras propuestas que presentó el gobierno.
Durham quería admitir las declaraciones que hizo Danchenko acerca del reclamo lascivo sobre Trump, las prostitutas rusas y el hotel Ritz-Carlton en Moscú. Danchenko transmitió la acusación a Christopher Steele, un exespía británico que compiló el expediente para Hillary Clinton y otros demócratas, en 2016. Danchenko supuestamente le dijo al FBI que habló con el personal y la gerencia del hotel sobre las acusaciones.
Durham pidió llamar a Bernd Kuhlen, un ciudadano alemán que fue el único miembro occidental de la gerencia del hotel en 2016. Kuhlen declararía que no recuerda haberse reunido con Danchenko y que no tenía conocimiento de la acusación.
Trenga negó ambas propuestas y dictaminó que las declaraciones de Danchenko con respecto a su fuente no califican como evidencia directa. También dijo que el testimonio de Kuhlen “tiene poco valor probatorio en términos de materialidad”. Además, el hecho de que Danchenko le dijera al FBI que Millian podría ser la «Fuente D», una de las personas a las que Steele acreditó, está bloqueado por ahora en el juicio, aunque el gobierno puede pedir su reconsideración durante el juicio.
Trenga también dijo que los fiscales no pueden hablar de que Danchenko supuestamente dijo que nunca le habló a sus amigos o asociados que trabajaba para Steele o para la empresa de Steele, Orbis Business Intelligence. Sin embargo, el gobierno puede presentar un correo electrónico de Danchenko a Dolan que indica que le pasó una carta a Steele para Dolan y que planeaba coordinar una reunión entre Dolan y Steele.
Un mensaje que Danchenko envió a Cenk Sidar, un exjefe, sobre la fabricación de fuentes no puede admitirse porque “no tiene ninguna relación con los informes de Steele”, dijo el juez.
El juicio debe comenzar el 11 de octubre.
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