Un juez federal ha impedido que un segundo estado prohíba los bloqueadores de la pubertad, otros fármacos que cambian el género y las cirugías para menores.
La Ley Compasión y Protección de los Niños Vulnerables de Alabama, aprobada por 66 votos a favor y 28 en contra, entró en vigor el 7 de mayo.
Menos de una semana después, el juez del Tribunal de Distrito de EE. UU. Liles Burke bloqueó la nueva ley, diciendo que era «probablemente inconstitucional».
Ahora es objeto de una demanda pendiente presentada por una gran cantidad de opositores, entre los que se encuentran varias organizaciones LGBTQ+, pediatras, la ACLU, un ministro y los padres de niños transgénero, entre los que se encuentra una niña de 13 años que se ha identificado como niño casi desde que era pequeña.
Carmarion Anderson-Harvey, directora de la Campaña de Derechos Humanos en Alabama, calificó la medida como «el paquete legislativo más antitransgénero jamás aprobado».
El Departamento de Justicia de Estados Unidos también emitió un comunicado en el que calificaba la ley de Alabama de inconstitucional.
«La ley ignora la ciencia médica establecida que ha descubierto que los menores transgénero que no reciben esta atención médica esencial sufren graves daños en su salud física y mental», afirma la demanda de 35 páginas que impugna la ley.
Sin embargo, el apoyo a la prohibición también es generalizado.
Además de la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, firme partidaria de la prohibición, los fiscales generales de 17 estados presentaron escritos en la demanda en apoyo de la ley.
«Seguiremos luchando para proteger a los niños de Alabama de estas drogas radicales, no probadas y que alteran la vida, a pesar de este bloqueo legal temporal», dijo Ivey en una declaración enviada a The Epoch Times. «Seguiremos defendiendo nuestro deber de garantizar que los niños sean libres de convertirse en los adultos que Dios quiso que fueran, incluso con las presiones sociales y la cultura moderna de hoy en día».
Becky Gerritson, directora ejecutiva de Eagle Forum Alabama un grupo de padres que luchó por la aprobación de la ley estatal, dijo a The Epoch Times que su organización considera que no solo es criminal dar a los niños el tipo de drogas que se están utilizando para convertirlos en otro género, sino que está más allá de «toda comprensión».
«Estos son exactamente los mismos fármacos que se utilizan para castrar químicamente a los pedófilos convictos», dijo, «si eso no es altamente perturbador entonces no sé lo que es».
Gerritson dijo que un administrador de la Clínica de Género de la Universidad de Alabama en Birmingham, que ha censurado públicamente la ley de Alabama, también admitió en una audiencia legislativa anterior que estaban administrando terapia de afirmación de género a niños de tan solo 3 años.
La clínica colgó la llamada con The Epoch Times cuando se intentó confirmar la afirmación de Gerritson.
El año pasado, un juez bloqueó una ley similar aprobada en Arkansas.
Al igual que la ley de Alabama, la de Arkansas también restringe a los médicos la posibilidad de recetar bloqueadores de la pubertad a los menores y de realizarles cirugías de cambio de género.
También hay una demanda pendiente contra la ley de Arkansas.
Holly Dickson, directora ejecutiva de la ACLU de Arkansas, dijo en un comunicado que las sentencias favorables de los tribunales «envían un mensaje claro a los estados de todo el país de que la atención para la afirmación del género es una atención que salva vidas».
«No dejaremos que los políticos de Arkansas —o de cualquier otro lugar— la eliminen», añadió.
Según las leyes de Alabama y Arkansas, ahora bloqueadas, los médicos podrían ser acusados de un delito grave e incluso enfrentarse a penas de cárcel por recetar bloqueadores de la pubertad a los niños.
En Alabama, las penas incluyen un máximo de 10 años de prisión o una multa de 15,000 dólares.
Gerritson considera que los bloqueadores de la pubertad forman parte de lo que denomina una «red de preparación» de niños cada vez más jóvenes por parte de la «industria transgénero».
Cree que a los niños adolescentes también se les venden los bloqueadores de la pubertad como una forma de evitar el proceso natural, pero doloroso, de la pubertad.
«Es importante que los niños sepan que pasar por la pubertad es duro para todos, pero tomar hormonas para bloquear lo que tu cuerpo quiere hacer de forma natural no es la solución».
Los padres de la niña transgénero de 13 años implicada en la demanda de Alabama dijeron que cuando se resistieron a la insistencia de su hija en que era un niño, se aisló, tuvo «frecuentes arrebatos emocionales y «se golpeaba la cabeza contra la pared».
La demanda afirma que su estado de ánimo mejoró cuando el matrimonio baptista llevó a su hija a un terapeuta que le diagnosticó disforia de género.
Gerritson dijo que cree que algunos niños sufren realmente de disforia de género, pero no al ritmo que el mundo está viendo.
«Se ha convertido en un contagio social».
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