Un juez federal de Nueva York emitió el jueves una orden judicial temporal contra partes de la nueva ley de armas del estado para permitir que un grupo proarmas siga con una demanda para desafiar la medida.
La ley, que entró en vigor el 1 de septiembre, establece nuevos requisitos para obtener una licencia de armas, entre los que se incluye la presentación de cuentas de redes sociales para su revisión y la creación de una lista de lugares privados y públicos en los que se prohíbe llevar un arma incluso a los titulares de la licencia. El proyecto de ley fue propuesto por los demócratas en la legislatura de Nueva York después de que la Corte Suprema de EE. UU. anulara una ley de portación oculta de hace 100 años durante el verano.
El jueves, el juez jefe Glenn Suddaby, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Syracuse, aceptó emitir la orden a petición de seis residentes de Nueva York que son miembros de Gun Owners of America.
«En pocas palabras, en lugar de avanzar hacia una jurisdicción de expedición, el estado de Nueva York se ha atrincherado aún más como una jurisdicción de no expedición. Y, al hacerlo, ha reducido aún más el derecho constitucional de primera clase a portar armas en público para la autodefensa… a una mera petición», escribió Suddaby en su orden.
Suddaby dijo que su orden no entraría en vigor hasta dentro de tres días para permitir al gobierno de Nueva York apelar su decisión en un tribunal superior.
La orden de Suddaby bloqueó las disposiciones de la ley que establecían nuevos requisitos para la comprobación de antecedentes para los permisos de armas, incluida la entrega de cuentas de redes sociales. Una de esas disposiciones que bloqueó incluye el requisito de que el solicitante de una licencia tenga que aportar pruebas que demuestren que tiene «buen carácter moral», según el fallo.
La prohibición estatal de la ley de portar armas de fuego en algunas propiedades públicas y privadas también fue bloqueada en la sentencia del jueves.
«Las leyes históricas que constituyen la base de ese precedente consideraban que las personas tenían derecho a un arma de fuego a menos que supusieran (o, más concretamente, que el gobierno considerara que suponían) tal peligro», escribió, y añadió que la ley de Nueva York «establece que las personas no tienen derecho a llevar armas ocultas a menos que puedan persuadir a un funcionario encargado de conceder la licencia (que posee una enorme discreción) de que no son tal peligro».
«Nosotros también tenemos bolígrafos»
El mes pasado, Suddaby dictaminó que gran parte de la ley recién promulgada era inconstitucional al desestimar una demanda anterior de Gun Owners of America en la que consideró que ni el grupo ni un miembro individual del mismo tenían capacidad para demandar antes de que la ley entrara en vigor.
La gobernadora Kathy Hochul, demócrata que se presenta a la reelección en noviembre, afirmó que la ley ayudaría a «mantener a los neoyorquinos a salvo de cualquier daño» a pesar de la sentencia de la Corte Suprema. La Corte Suprema «puede pensar que puede cambiar nuestras vidas de un plumazo, pero nosotros también tenemos bolígrafos», declaró.
Su oficina no ha hecho ninguna declaración pública tras la orden de Suddaby del jueves.
Además de la demanda de Gun Owners of America, se han presentado varias demandas contra la nueva ley. A principios de este mes, varias docenas de iglesias del norte del estado de Nueva York presentaron una demanda para impugnar la disposición de la ley que prohíbe las armas en los lugares de culto.
«La ley parece otra extralimitación del Estado», escribió en julio el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, Jonathan Turley, tras la propuesta de la ley. «Hasta ahora, Nueva York ha sido tan eficaz para restringir los derechos de las armas como lo fue el ‘Escuadrón Suicida del Frente Popular de Judea’ de Monty Python para combatir la ocupación romana».
La Asociación Nacional del Rifle (NRA), que no es demandante en el caso de Gun Owners of America, criticó duramente el proyecto de ley tras su propuesta.
«La gobernadora Hochul y sus aliados contra la Segunda Enmienda en Albany han desafiado a la Corte Suprema de Estados Unidos con una reescritura intencionadamente maliciosa de la ley de portación oculta de Nueva York», dijo Darin Hoens, director estatal de la NRA de Nueva York, en un comunicado en julio.
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