Un juez federal se recusó de una apelación de activistas palestinos que pretenden bloquear la directiva de la Casa Blanca de apoyo a Israel, cuya audiencia se programó meses después de que él se uniera a un grupo de jueces que visitaron Israel tras el atentado del 7 de octubre.
El juez Ryan Nelson, que forma parte del Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos, emitió el jueves una breve resolución en la que confirmaba su decisión.
Aunque rebatió los argumentos de los activistas de que debía recusarse, el juez Nelson dijo que se apartará del caso «por abundancia de precaución».
«Yo no encuentro apoyo para la recusación (…) los apelantes se basan únicamente en comentarios hechos por otros. No citan ningún comentario que yo haya hecho sobre ninguna cuestión relacionada con este caso. Por lo tanto, está lejos de ser cierto que un observador objetivo cuestionaría razonablemente mi imparcialidad», escribió el juez. «Dicho esto, en aras de la prudencia, lo mejor en este caso concreto (que puede no aplicarse a otros casos) es recusarme. Por lo tanto, me abstengo de participar en este caso».
La recusación del juez Nelson se produjo dos días después de que los abogados de los grupos Defense for Children International-Palestine y Al-Haq y sus codemandantes solicitaran su recusación, citando un viaje que el juez Nelson hizo con otros 13 jueces a Israel en marzo. El juez describió el viaje como una «conferencia de educación judicial».
«En las imágenes de vídeo difundidas por ILTV, se ve al juez Nelson con otros jueces recorriendo lugares de Israel como parte de esta delegación, afirma la demanda», añadiendo que «los jueces de la delegación se reunieron con «funcionarios gubernamentales y judiciales»» israelíes y «miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel».
Los denunciantes alegaron además que otro juez que organizó la delegación a Israel «más tarde apareció en un panel junto al juez Nelson para discutir el viaje» y «sugirió que al traer a estos jueces federales, él compartía el objetivo de los organizadores de influir en la opinión legal en Estados Unidos».
Ellos sostuvieron que el juez, que fue nombrado durante la anterior administración presidencial, debía recusarse porque ello «garantizaría la apariencia de imparcialidad para las partes», según su demanda, presentada a principios de este mes.
Los demandantes están solicitando una medida cautelar que impida a la administración del presidente Joe Biden prestar apoyo a la actividad militar de Israel en la Franja de Gaza. Tras el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte del grupo terrorista Hamás, que causó la muerte de unos 1200 civiles de Israel y el secuestro otros 250, el país se ha visto envuelto en una guerra territorial.
Tras la recusación del juez Nelson, la jueza del Circuito de Estados Unidos, Consuelo Callahan, fue asignada para conocer del caso junto a dos jueces asignados anteriormente, los jueces del Circuito de Estados Unidos Jacqueline Nguyen y Daniel Bress.
Los demandantes en el caso apelaron la orden del juez de distrito Jeffrey White del 31 de enero que desestima su caso. En ese momento, el juez argumentó que sus reclamaciones «quedan fuera de la jurisdicción limitada de la Corte» porque la impugnación de los demandantes está «plagada de graves cuestiones políticas».
«Hay casos raros en los que el resultado preferido es inaccesible para la corte. Este es uno de esos casos», escribió el juez. «La corte está obligada por los precedentes y la división de nuestras ramas coordinadas de gobierno a abstenerse de ejercer jurisdicción en este asunto (…) esta corte implora a los Demandados que examinen los resultados de su apoyo incansable al asedio militar contra los palestinos en Gaza».
The Epoch Times se puso en contacto el viernes con uno de los demandantes, el Centro de Derechos Constitucionales, para pedirle comentarios.
Un portavoz del grupo, Baher Azmy, dijo a Reuters que el grupo solicitó la recusación del juez Nelson porque «plantea cuestiones de suprema importancia para nuestros clientes y el público, por lo que la apariencia de imparcialidad es de suma importancia».
Al mismo tiempo, un portavoz de la Casa Blanca declaró que el gobierno de Biden desea que el gobierno israelí acepte un acuerdo de alto el fuego en tres fases. La semana pasada, el presidente Biden dijo en un discurso que «una guerra indefinida en pos de una noción no identificada de victoria total solo empantanará a Israel en Gaza».
«El presidente consideró que en el punto en el que nos encontramos en esta guerra, en el que estamos en las negociaciones para sacar a los rehenes, era el momento de adoptar un enfoque diferente y de hacer pública la propuesta, para tratar de dinamizar el proceso aquí y catalizar un resultado diferente», dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, a principios de esta semana.
Pero tras hacerse público ese plan, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que no habría «alto el fuego permanente» hasta que se destruyera a Hamás.
«Las condiciones de Israel para poner fin a la guerra no han cambiado: la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la garantía de que Gaza ya no representa una amenaza para Israel», afirmó el Sr. Netanyahu en una declaración emitida el pasado fin de semana.
«Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que se establezca un alto el fuego permanente. La noción de que Israel aceptará un alto el fuego permanente antes de que se cumplan estas condiciones no tiene ni pies ni cabeza».
El caso es Defensa de los Niños Internacional-Palestina vs. Biden, Corte de Apelaciones del 9º Circuito de EE.UU., nº 24-704.
Con al contribución de Reuters
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