Una jueza federal desestimó una demanda presentada por Carter Page, un exasociado de Donald Trump, sobre la controvertida vigilancia del FBI contra él como parte de su investigación a la campaña electoral del expresidente.
La jueza de distrito estadounidense, Dabney Friedrich, emitió el fallo el jueves indicando que Page, quien fue asesor informal de la campaña presidencial de Trump en 2016, no puede demandar al FBI ni a otros exfuncionarios involucrados en la demanda de USD 75 millones (pdf).
Page presentó en 2020 la demanda contra el FBI, el Departamento de Justicia y varios exfuncionarios del FBI por daños derivados de lo que llamó “espionaje ilegal” en su contra por acusaciones ahora refutadas de que la campaña de Trump estaba en colusión con Rusia.
En la demanda, Page acusó a las agencias federales y exfuncionarios de violar sus derechos constitucionales y otros derechos legales al vigilarlo ilegalmente, y señaló que las «acciones injustificadas e ilegales de los acusados (incluidas las violaciones de la ley penal federal)» habían «violado los estatutos federales promulgados para prevenir el espionaje ilegal de personas de Estados Unidos, así como a la Constitución”.
La demanda incluye como acusados al exdirector del FBI James Comey, el exdirector interino del FBI Andrew McCabe, el exfuncionario de contrainteligencia Peter Strzok y el exabogado del FBI, Kevin Clinesmith.
Clinesmith se declaró culpable en 2020 de manipular un correo electrónico de la CIA para que Page apareciera como no activo en la agencia, sin revelar que Page era un contacto operativo aprobado por la CIA, que informaba sobre sus interacciones con los oficiales de inteligencia rusos.
El correo electrónico se utilizó para obtener órdenes de espionaje para vigilar a Page.
Friedrich señaló que “la conducta del FBI en la preparación de las solicitudes de órdenes judiciales FISA para vigilar electrónicamente a Page fue sumamente preocupante” y que el propio gobierno “admitió que carecía de causa probable para dos de las órdenes judiciales”.
“Sin derecho a reclamo procesable”
Sin embargo, Friedrich, designada por Trump, dictaminó que se desestimara la demanda porque Page “no presentó ningún reclamo procesable contra ningún acusado individual o contra Estados Unidos”.
“En parte, eso se debe a que Page enfrenta al menos tres obstáculos legales. Primero, el Congreso no ha creado un derecho privado de acción contra aquellos que preparan solicitudes FISA falsas o engañosas”, escribió el juez, y señaló que “tanto el lenguaje corriente como la estructura de FISA dejan en claro que la responsabilidad civil bajo 50 U.S.C. § 1810 se aplica únicamente a quienes conducen o realizan la vigilancia electrónica”.
En segundo lugar, el juez señaló que el Congreso “no ha previsto demandas por daños y perjuicios contra funcionarios federales por violaciones constitucionales derivadas de la vigilancia electrónica ilegal en el contexto de la seguridad nacional”, y en tercer lugar, “el Congreso no ha renunciado a la inmunidad soberana de Estados Unidos para este tipo de demanda”.
El FBI obtuvo órdenes bajo la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) para vigilar electrónicamente a Page como parte de su investigación sobre una supuesta conexión entre la campaña electoral de Trump y el gobierno ruso. En ese momento, las solicitudes de la orden FISA describían a Page como un agente de Rusia, aunque no había sido acusado de ningún delito.
A su vez, el proceso de obtener las órdenes judiciales tuvo graves fallas y los inspectores se basaron en parte en el expediente de investigación de los opositores políticos del candidato Trump. El expediente fue escrito por el exoficial de inteligencia británico Christopher Steele.
La investigación del expediente, que fue ampliamente desacreditada, fue pagada por la campaña de Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata.
Varias de las órdenes judiciales de vigilancia fueron declaradas inválidas a la vez que los funcionarios admitieron que el espionaje no debería haberse llevado a cabo. Desde entonces, el director del FBI, Christopher Wray, se disculpó con el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC) por la forma en que llevó a cabo la vigilancia de Page.
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