El actor mexicano Pablo Lyle, que cumple arresto domiciliario en Miami desde abril de 2019 como acusado del homicidio involuntario de un hombre al que golpeó en una discusión de tráfico, no fue autorizado a viajar a México como pidieron sus abogados.
La jueza Marlene Fernández-Karavetsos comunicó en una audiencia celebrada este miércoles en los tribunales de Miami que denegó la petición, por lo que Lyle, de 33 años y conocido por su actuación en telenovelas como «Mi adorable maldición», seguirá detenido mientras el proceso previo al juicio continúa.
La jueza Fernández-Karavetsos dijo durante la breve audiencia a la que acudió Lyle que había tenido en cuenta la «preocupación» de la Fiscalía de que el acusado no se presentara de nuevo en corte.
Los abogados de Lyle, Bruce Lehr y Phillip Reizenstein, habían pedido el 15 de enero a la jueza permiso para que el actor viajase a México mientras se resolvía una apelación que habían presentado por un fallo que le denegó la aplicación a su caso del principio de defensa propia recogido en una ley de Florida.
Lehr señaló este miércoles a la prensa, que pese al fallo adverso, Lyle pasó de un «muy restrictivo arresto domiciliario» a una vida «más normal» en la ciudad de Miami, aunque mantendrá puesto el monitor electrónico.
La defensa detalló además a la prensa que Lyle podrá ahora salir en todo momento de su vivienda, pero deberá dormir siempre en ella.
Por otro lado, los abogados señalaron que el estatus migratorio de Lyle es «legal», sin dar más detalles, al subrayar que depende de las autoridades migratorias que él pueda o no trabajar en Estados Unidos mientras avanza el proceso legal.
Parte de los argumentos que la defensa había esgrimido para solicitar que Lyle pudiera regresar a México es su trabajo, ya que en EE.UU. no está generando ingresos para sostener a su familia.
La jueza convocó este miércoles a una nueva audiencia para el 20 de marzo en la que la defensa de Lyle deberá informar si ya hay algún resultado del recurso presentado ante una corte del Tercer Distrito de Apelaciones de Miami.
En su petición a la jueza para que le concediera permiso para viajar, los abogados habían argumentado que después del incidente del 31 de marzo pasado en el que Lyle golpeó al cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, el actor estuvo en México y regresó como se había comprometido a hacerlo con el juez que le concedió entonces el permiso para viajar.
Hernández murió en un hospital cuatro días después de haber sido golpeado por Lyle, lo que agravó el caso para el actor, que lleva en arresto domiciliario en Miami, con grillete electrónico y sin pasaporte desde el 9 de abril pasado.
La Fiscalía rechazó que se le diera permiso para viajar por considerar que había riesgo de que no volviera.
El pasado 31 de marzo Lyle iba camino del aeropuerto de Miami junto con su hijo en un vehículo manejado por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil manejado por Hernández.
En un semáforo el cubano se bajó para recriminar a Delfino por una maniobra que había hecho.
En medio de esa discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
El sexagenario murió cuatro días más tarde en un hospital.
Un informe forense del condado de Miami-Dade reveló que Hernández murió a raíz de «complicaciones por trauma contundente en la cabeza» e indicó «homicidio» como probable causa de la muerte.
El actor, casado con Ana Araújo, con quien tiene un hijo, fue detenido ese 31 de marzo poco después de los hechos y quedó en un primer momento en libertad condicional con una fianza de 5000 dólares.
Tras la muerte de Hernández, fue acusado de homicidio involuntario y puesto en arresto domiciliario.
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