WASHINGTON— El fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, dijo el 4 de noviembre ante una corte federal que las elecciones presidenciales de 2020 no eran válidas y habló de su amor por Estados Unidos y de sus motivaciones para fundar Oath Keepers.
Rhodes, de 57 años, es uno de los acusados en el juicio de más alto perfil relacionado con los acontecimientos del 6 de enero de 2021. El 4 de noviembre, se describió a sí mismo como un patriótico, que es un cuarto mexicano, nacido en Fresno, California, con ambos lados de la familia sirviendo en diferentes ramas militares.
Aunque quería unirse a los Marines, Rhodes sirvió en el Ejército realizando operaciones especiales y se convirtió en un experto en armas. Luego se lesionó entrenando en el salto de paracaídas, por lo que fue dado de baja con honores como veterano discapacitado.
En una sala abarrotada, bajo un interrogatorio directo con su abogado, Rhodes resumió su trayectoria de vida como si hablara con un amigo, parecía relajado, sonreía y mantenía un contacto visual constante con los miembros del jurado, que escuchaban atentamente su testimonio. Algunos tomaron notas.
El juez Amit Mehta, quien suele mantener su postura corporal de cara a todos los presentes en la sala, inclinó su cuerpo hacia la derecha y observó a Rhodes con atención.
«¿Cree usted que las elecciones [presidenciales de 2020] fueron robadas?», preguntó el abogado defensor de Rhodes.
«Yo creo que la elección fue inconstitucional», respondió Rhodes, explicando que era inválida ya que no cumplía con el artículo 2 de la Constitución. Bajo las restricciones de COVID-19, dijo el acusado, los estados fluctuantes cambiaron sus leyes, lo que hizo que la elección fuera inválida.
Rhodes testificó que fundó la organización Oath Keepers en 2009 para educar a los militares y a las fuerzas del orden en la distinción entre comandos legítimos e ilegítimos. Él quería que la gente fuera consciente de sus derechos constitucionales. Su principal preocupación era el modo en que las autoridades respondían a las catástrofes naturales y el trato que recibían los ciudadanos.
«Nosotros no hemos visto suficiente entrenamiento», dijo Rhodes.
Luego mencionó que los oficiales que ayudaron a contener a George Floyd debieron haber hecho caso omiso a las órdenes de contenerlo.
A pesar de la reciente etiqueta de la organización Oath Keepers como grupo racista de extrema derecha, Rhodes dijo que la organización tiene miembros que son nativos estadounidenses, filipinos estadounidenses, afroestadounidenses y otros. Negó tener miembros racistas. «Nosotros no lo toleraríamos», dijo el acusado.
Tras ser dado de baja, Rhodes tuvo varios trabajos, aparcó coches por la noche y entrenó guardias de seguridad durante el día. Él declaró que enseñó técnicas de defensa personal a mujeres y grupos LGBT.
Rhodes explicó que su organización pone la Constitución y el país por encima de todo. «La Constitución es para la gente justa», añadió.
La tasa de suicidio entre los exmiembros del ejército es alta, afirmó a continuación. Muchos Oath Keepers, sobre todo ancianos, encuentran su propósito en su organización, ya que desean servir al país.
Rhodes relató varias ocasiones en las que él y otros Oath Keepers prestaron servicios de seguridad, incluso a afroestadounidenses y realizaron trabajos de voluntariado en distintas partes del país. Él dijo estar en contra de las fuertes tácticas utilizadas por las fuerzas del orden para contener a los manifestantes. Sin embargo, añadió que no apoya a los alborotadores violentos que destruyen propiedades y otros bienes.
El abogado defensor preguntó a Rhodes por qué los Oath Keepers llevan cascos y chalecos tácticos. Él respondió que utilizan el equipo para la autodefensa porque los alborotadores utilizan armas como botellas de agua congelada, cadenas, cuchillos y palos.
También dijo a la Corte que se graduó en la Facultad de Derecho de Yale y recibió un premio por su trabajo sobre la Carta de Derechos.
«Estados Unidos es el mejor ejemplo de democracia gracias a nuestra Constitución», agregó.
El gobierno estadounidense presentó contra Rhodes y tres acusados del juicio de los Oath Keepers y uno de sus afiliados, cargos de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, complicidad, conspiración para impedir que un funcionario cumpla con sus obligaciones, destrucción de la propiedad gubernamental, desorden civil y manipulación de documentos.
La proceso judicial comenzó oficialmente y no presentará nuevos testigos.
Rhodes terminará su testimonio directo el 7 de noviembre y se enfrentará a las preguntas de los fiscales.
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