El Tribunal Superior de Londres concedió al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, una prórroga temporal para apelar su extradición, ya que las autoridades estadounidenses deben dar garantías de que no se enfrentará a la pena de muerte.
El martes, el Sr. Assange descubrió que se enfrenta a una nueva espera para descubrir si su intento final de apelar sobre su extradición puede seguir adelante.
En una sentencia dictada el martes, la jueza Dame Victoria Sharp y el juez Johnson desestimaron la mayoría de los argumentos jurídicos del Sr. Assange, pero afirmaron que, a menos que Estados Unidos diera garantías, él podría presentar una apelación por tres motivos.
En reacción a la noticia del martes, WikiLeaks posteó en la plataforma de redes sociales X que el Sr. Assange aún podría ser extraditado.
«Julian Assange aún puede ser extraditado a EE. UU. dentro de tres semanas si el gobierno de EE. UU. proporciona ‘garantías’, consideradas anteriormente por Amnistía como ‘inherentemente poco fiables’, entre ellas que no sufrirá perjuicios en el juicio por razón de su nacionalidad y que no se le impondrá la pena de muerte», escribió WikiLeaks.
La familia y los partidarios del Sr. Assange afirman que su salud física y mental se ha visto afectada durante más de una década de batallas legales, incluidos siete años de autoexilio en la embajada de Ecuador en Londres y los últimos cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, a las afueras de Londres.
Al inicio del proceso contra Assange el mes pasado, Mark Summers, KC, argumentó que el procesamiento por parte de Estados Unidos sería una represalia por sus opiniones políticas, lo que significaría que sería ilegal extraditarlo según la legislación británica.
Este hecho podría suponer su última oportunidad legal en Gran Bretaña. Su esposa y sus partidarios afirman que el ciudadano australiano se enfrenta a 175 años de prisión si es extraditado.
Las autoridades estadounidenses persiguen delitos relacionados con el presunto papel del Sr. Assange en «uno de los mayores comprometimientos de información clasificada en la historia de Estados Unidos».
Garantías
En una sentencia de 66 páginas dictada el martes, Dame Victoria dijo: «Antes de tomar una decisión definitiva sobre la solicitud de autorización para apelar, daremos al demandado la oportunidad de ofrecer garantías».
«Si no se dan garantías, concederemos la admisión a trámite de la apelación sin celebrar una nueva audiencia».
«Si se dan garantías, daremos a las partes la oportunidad de presentar nuevas alegaciones antes de tomar una decisión definitiva sobre la solicitud de autorización para apelar».
Dame Victoria dijo que cualquier garantía de Estados Unidos tendría que incluir «que se permita al solicitante [el Sr. Assange] ampararse en la Primera Enmienda, que no se perjudique al solicitante en el juicio, incluida la sentencia, por razón de su nacionalidad, que se le concedan las mismas protecciones de la Primera Enmienda que a un ciudadano estadounidense y que no se imponga la pena de muerte».
Ella desestimó el argumento del Sr. Assange de que su extradición es solicitada por Estados Unidos por sus opiniones políticas, diciendo: «La principal queja que presenta ahora el solicitante es que el juez no abordó el argumento de que había expuesto la actividad delictiva del demandado, y que esa exposición equivalía a un acto político protegido».
«Lo primero que hay que decir sobre este argumento es que el juez aceptó, como ya hemos dicho, que los motivos del demandante eran políticos».
«La cuestión de fondo, sin embargo, es que el argumento del solicitante confunde el motivo de su conducta con el propósito del demandado al solicitar su extradición».
«Ambos son distintos».
«Nos conformamos, al igual que el juez, con suponer que el demandante actuó por convicción política y que sus actividades pusieron de manifiesto la implicación del Estado en delitos graves».
«Sin embargo, de ello no se deduce que la solicitud de extradición se haya formulado por sus opiniones políticas».
«El canario en la mina de carbón»
En febrero, el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, dijo que la extradición sentaría un precedente que tiene «oscuras y graves implicaciones para la libertad de prensa en todo el mundo».
El periodista de investigación islandés afirmó: «Estamos siendo testigos de un ataque crítico contra la libertad de prensa en todo el mundo. Es como una enfermedad, una pandemia contra la prensa que se arrastra y que ha ido tomando forma paulatinamente a lo largo de los años».
«Y en ese sentido Julian Assange ha sido el canario en la mina de carbón».
Con información de PA Media.
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