El trabajo del controvertido Consejo de Desinformación del gobierno de Joe Biden se detuvo, de acuerdo a la persona contratada para dirigir el panel. Esto ocurre en medio de la preocupación de que sería convertido en un arma de parte de la administración contra las voces disidentes, tres semanas después de que fuera anunciado por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Nina Jankowicz, quien fue la elegida por la Casa Blanca para estar a cargo del recién creado consejo, dijo este miércoles a los medios de comunicación que presentó su renuncia. En la declaración, Jankowicz también confirmó que el «trabajo del consejo se detuvo» y «su futuro es incierto».
Tras conocerse que sería Jankowicz, quien según la administración era una experta en desinformación en línea, la que dirigiría la junta, varios usuarios descubrieron publicaciones que ella había hecho en Twitter en las que hacía propaganda al desacreditado «expediente Steele» que se utilizó para desprestigiar al expresidente Donald Trump. También señalaron sus afirmaciones de octubre de 2020 de que el portátil de Hunter Biden, hijo del presidente Biden, formaba parte de una campaña de desinformación rusa. Más tarde se reveló que el portátil y los mensajes sobre los negocios de Biden en el extranjero eran auténticos.
«Después de seis años dedicados al estudio de la desinformación y a las mejores prácticas para responder a ella, me uní al Departamento de Seguridad Nacional para ser la directora ejecutiva del Consejo de Gobernanza de la Desinformación con la intención de apoyar el importante trabajo del Departamento para abordar la desinformación que afecta a la nación», dijo Jankowicz en una declaración a los medios de comunicación.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó a The Washington Post que el trabajo del consejo se detuvo. La persona también alegó que Jankowicz fue «objeto de ataques personales injustificados y viles y de amenazas físicas», sin dar más detalles. The Epoch Times se puso en contacto con la agencia para pedirle comentarios.
«En las audiencias del Congreso y en las entrevistas con los medios de comunicación, el secretario la defendió en repetidas ocasiones como una persona eminentemente cualificada y subrayó la importancia del trabajo de desinformación del departamento, y él seguirá diciéndolo», dijo el portavoz, refiriéndose al secretario del DHS, Alejandro Mayorkas.
Por su parte, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Andrew Bates, afirmó que Jankowicz fue «difamada por actores de mala fe y de la derecha en contra de una experta profundamente cualificada y en contra de los esfuerzos para combatir mejor el contrabando de personas y el terrorismo doméstico».
«Ni Nina Jankowicz ni el consejo tienen nada que ver con la censura ni con la eliminación de contenidos de ningún sitio. Su función es garantizar que los funcionarios de seguridad nacional estén al día sobre cómo la desinformación está afectando al entorno de las amenazas. Ella tiene sólidas credenciales y un historial de denuncia de la desinformación tanto de la izquierda como de la derecha», dijo Bates al Washington Examiner.
Sin embargo, ni el portavoz del DHS ni Bates se refirieron públicamente a la preocupación de que el Consejo de Gobernanza de la Desinformación vigile a los ciudadanos estadounidenses. Los republicanos y otros críticos lo describieron como el «Ministerio de la Verdad» referido en la novela «1984» de George Orwell y expresaron su temor de que el panel intente reprimir aún más los puntos de vista conservadores y las personas con opiniones fuera de la corriente principal, mientras que un senador dijo el 9 de mayo que su creación era probablemente ilegal en virtud de las disposiciones de la Ley de Antideficiencia.
Mayorkas dijo que el panel no se utilizaría para vigilar a los estadounidenses, afirmando a CNN que el «consejo no tiene ninguna autoridad o capacidad operativa».
La creación del panel se produjo pocos días después de que el CEO de empresas de tecnología, Elon Musk, y el consejo de administración de Twitter anunciaran que él compraría la influyente plataforma de redes sociales por 44,000 millones de dólares. En respuesta a un posteo del comentarista Steven Crowder, Musk escribió en Twitter a principios de este mes que la creación del consejo de desinformación es «incómoda».
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