La Junta Estatal de Educación de Oklahoma votó el lunes para aprobar normas de emergencia que suspenderían las licencias de enseñanza de los maestros que promueven elementos discriminatorios de las teorías de género y la teoría crítica de la raza.
La reunión de la junta tenía como objetivo proporcionar una orientación específica y formal que ayudara a las escuelas a manejar el próximo año académico 2021-22, a raíz de una nueva ley que prohíbe la enseñanza de que una raza es superior a otra, o que un individuo es «inherentemente racista, sexista u opresivo» debido a su raza o sexo.
La nueva ley, que anteriormente se conocía como Proyecto de Ley 1775 de la Cámara de Representantes, también prohíbe a los educadores de K-12 en Oklahoma enseñar que un individuo debe experimentar culpa o angustia por su raza o sexo; que el carácter moral de un individuo está determinado por su raza o sexo; o que los conceptos de meritocracia o ética del trabajo duro fueron «creados por miembros de una raza particular para oprimir a los miembros de otra raza».
Las reglas de emergencia describen lo que las escuelas deben hacer para evitar violar la nueva ley. En concreto, las escuelas no pueden proporcionar o contratar a personas u organizaciones que impartan cursos o programas de formación que incluyan o se basen en esos conceptos discriminatorios. También se les prohíbe utilizar libros de texto, planes de estudio, tareas de clase o cualquier otro material didáctico que incluya o incorpore esas ideas.
En cuanto a las sanciones por el incumplimiento de los nuevos requisitos por parte de un centro educativo, las normas de emergencia establecen que cualquier infracción tendrá como resultado «como mínimo» que el estado de acreditación del centro pase a ser «Acreditado con deficiencias». Una escuela que no corrija esas deficiencias perderá la acreditación en el tercer año de incumplimiento.
Además, las nuevas normas concederán al Departamento de Educación del Estado de Oklahoma la autoridad para decidir si se inicia un procedimiento para suspender la licencia o el certificado de cualquier empleado de una escuela pública que infrinja la nueva ley.
Las normas también afirman que los padres del estado tienen derecho a «inspeccionar el plan de estudios, los materiales didácticos, las asignaciones de las clases y los planes didácticos para garantizar su cumplimiento», y que «ninguna escuela pública interferirá o infringirá los derechos fundamentales de los padres a determinar la educación de sus hijos».
La Asociación de Educación de Oklahoma, el mayor sindicato de profesores del estado, dijo en un comunicado que acogía con satisfacción el esfuerzo de la junta de educación para aclarar la nueva normativa.
«Creemos que esto debería aclarar algunas confusiones y da a los educadores de Oklahoma la confianza para seguir enseñando como lo han hecho desde que se adoptaron las normas», dijo Katherine Bishop, presidenta de la Asociación de Educación de Oklahoma. «Esperamos que la claridad en este tema permita a los educadores el tiempo necesario para centrarse en las necesidades de los estudiantes cuando todos volvamos a la escuela este otoño».
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