La junta de licencias médicas de Maine ha extendido la suspensión a una médica que ha criticado las vacunas anti-COVID.
La Junta de Licencia en Medicina de Maine (BOLIM) votó el 13 de diciembre para extender la suspensión a la Dra. Meryl Nass hasta el 30 de abril de 2025.
«La capacidad continua de la Dra. Nass para ejercer como médico en el estado de Maine constituye un peligro inmediato para la salud y la seguridad física del público que podría recibir sus servicios médicos», decía la carta de suspensión de BOLIM.
La Dra. Nass «mostró incompetencia» a través de varias acciones, incluyendo no obtener los historiales médicos completos de los pacientes que atendió de forma remota y mentir sobre el diagnóstico de un paciente para asegurarse de que recibiera hidroxicloroquina, decía la carta.
El Dr. Nass recibió una multa de USD 10,000.
La suspensión de la Dra. Nass puede levantarse antes de que pasen 39 meses si cumple con las directivas de la junta, incluyendo completar cursos de ética y someterse a una evaluación de competencias por parte de un evaluador aprobado por la junta.
La Dra. Nass dijo que no planea cumplir con los términos.
«Los términos que la junta me dio para recuperar mi licencia requerirían que no les diera a los pacientes información objetiva ni mis opiniones fundamentadas. Esto requeriría que violara mi juramento de preocuparme únicamente por el bienestar del paciente que estoy cuidando», le dijo la Dra. Nass a The Epoch Times en un correo electrónico.
La investigación contra la doctora se inició cuando se presentaron denuncias acusándola de difundir información peligrosa al cuestionar la eficacia de las vacunas contra el COVID-19. La hermana de la gobernadora de Maine, Janet Mills, una demócrata, estaba entre quienes se quejaron del discurso público de la Dra. Nass.
Algunas quejas se referían a la atención por telemedicina de la Dra. Nass a varios pacientes que la buscaban para obtener recetas de ivermectina e hidroxicloroquina, que con frecuencia han sido recetadas por los médicos para el COVID-19. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., que aprobó los medicamentos para otros usos, y algunos otros funcionarios han dicho que esos los medicamentos no deben usarse para tratar la enfermedad.
La Dra. Nass obtuvo su licencia por primera vez en Maine en 1997. BOLIM emitió una suspensión de emergencia de la licencia de la Dra. Nass el 12 de enero de 2022. La suspensión se extendió posteriormente hasta que se emitiera una decisión final de la junta.
Las audiencias del caso duraron varios días.
Los tres pacientes que atendió la Dra. Nass testificaron que estaban satisfechos con la atención que recibieron. Varios médicos apoyaron a la Dra. Nass, mientras que otros criticaron sus acciones.
La Dra. Nass «incumplió repetidamente los estándares médicos aplicables y violó repetidamente sus deberes para con sus pacientes», dijo el personal de la junta en los argumentos finales escritos del caso.
La Dra. Nass dijo en sus argumentos finales que el caso trataba «de censura», y señaló que la junta finalmente retiró los cargos relacionados con su discurso público. Dijo que BOLIM luego siguió adelante con «supuestas violaciones técnicas o de minimis».
En la nueva orden del caso, la junta dijo que la Dra. Nass violó la ley estatal y las reglas de la junta en su modelo de práctica, que incluía ver a los pacientes «haciendo su propia investigación y determinando qué recetas querían antes de comunicarse con el licenciatario».
El Dr. Nass obtendría las listas de medicamentos de los pacientes, las compararía en busca de interacciones entre medicamentos y prescribiría las dosis de los medicamentos que los pacientes deseaban en función de su peso. El modelo «no era integral y no era seguro para los pacientes», dijo la junta, y agregó que se descuidó el «costo de oportunidad» de proporcionar el medicamento solicitado, «lo que resultó en la imposibilidad de evaluar qué tratamientos más efectivos podrían haber estado disponibles».
Sarah Bishop, una de las pacientes que atendió la Dra. Nass, testificó durante las audiencias que la oficina de su partera le dijo que no había tratamientos para el COVID-19, lo que la llevó a ver a la Dra. Nass, quien le recetó hidroxicloroquina y azitromicina. Bishop dijo que se despertó al día siguiente sintiéndose “significativamente mejor”.
La Dra. Nass tampoco obtuvo historiales médicos relevantes ni consentimiento informado para la telemedicina a los pacientes, a pesar de que los pacientes expresaron que querían visitas de telemedicina y estaban recibiendo atención de telemedicina, según la orden.
La Dra. Nass también violó las reglas de la junta cuando le mintió a un farmacéutico sobre el motivo por el que le recetó a un paciente hidroxicloroquina, un medicamento que ha demostrado eficacia contra el COVID-19 en algunos estudios. La Dra. Nass dijo que era por la enfermedad de Lyme, pero desde entonces reconoció que era por COVID-19.
«La licenciataria reconoció que mintió intencionadamente, lo cual era innecesario, se hizo sin tener en cuenta el impacto para los demás, y probablemente tenía la intención de que la junta tomara medidas contra ella, dado que la licenciataria difundió ampliamente el hecho de que había proporcionado información errónea al farmacéutico», dijo BOLIM.
La Dra. Nass ha dicho que los farmacéuticos no dispensarían hidroxicloroquina si la receta dijera que era para COVID-19. Ella dijo que inicialmente no escribió ningún diagnóstico en la receta y el farmacéutico la llamó exigiendo una receta.
La Dra. Nass tiene 30 días para decidir si apela la orden de la junta y la suspensión extendida.
La Dra. Nass ya demandó a la junta por supuestamente violar sus derechos de la Primera Enmienda. La demanda fue presentada a principios de este año en un tribunal federal de Maine.
Los argumentos orales en ese caso están programados para el 10 de enero de 2024.
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