El jurado, después de su tercer día de deliberaciones en el juicio de Kyle Rittenhouse, no emitió ningún veredicto.
Aunque nadie puede escuchar las discusiones de los miembros del jurado, el contexto en que se producen casi seguro afectará su ambiente, e incluso también su razonamiento.
En el momento más álgido de las protestas frente al juzgado del Condado de Kenosha, unos 30 manifestantes hambrientos de un veredicto de culpabilidad se apostaron en las escaleras. Unos 10 manifestantes que decían que Rittenhouse era inocente también se opusieron a ellos.
«No nos dejaremos intimidar», gritaban los manifestantes anti-Rittenhouse a los contramanifestantes, a los que superaban en número por casi tres a uno. Los periodistas presentes probablemente superaban en número a ambos bandos.
Ambos bandos compensaron la falta de número con megáfonos, pero los manifestantes de Black Lives Matter y otros grupos de izquierda pusieron en práctica cánticos organizados impresionantemente fuertes.
En ocasiones, los cánticos de «Sin justicia, no hay paz» sonaron a lo largo de varias manzanas a la redonda. Otros cánticos de protesta fundamentales también hicieron su aparición.
Aunque las palabras en sí no eran del todo audibles en el tercer piso del tribunal, la cadencia era la misma que se utilizó en innumerables protestas similares en todo el país. Cualquiera que esté familiarizado con cualquier protesta de 2020 conocerá las palabras.
Según varios habitantes de Kenosha, el juicio de Rittenhouse es la comidilla de la ciudad.
«Ya no quiero ni escuchar las noticias», dijo el conductor nigeriano de Lyft Kehinde, residente en Kenosha. «Estoy cansado, no quiero que la gente queme nada».
Aunque algunos habitantes de Kenosha no se ponen de acuerdo a la hora de afirmar la culpabilidad o inocencia de Rittenhouse, todos aquellos con los que The Epoch Times habló temían que se repitieran los disturbios que se produjeron tras el tiroteo de Jacob Blake.
Incluso un año y varios meses después de los disturbios, muchos edificios que los alborotadores quemaron nunca fueron reconstruidos. Las afirmaciones de que los propietarios de los negocios están asegurados pueden ser ciertas en algunos casos, pero los lotes vacíos y las ventanas tapiadas atestiguan una realidad diferente.
Las escuelas cercanas al juzgado y más allá han cerrado en previsión de otra ola de disturbios, dicen varios residentes.
«Si no lo conseguimos, cerradlo», coreaban los manifestantes frente al tribunal. Pero incluso sus respuestas sobre lo que piensan cerrar suenan inconclusas.
«Lo cerraremos todo», dijo el hombre que lideraba el cántico. «El sistema judicial, todo este sistema».
Algunas personas de ambos lados de la multitud de manifestantes dijeron que no planeaban la violencia y que solo estaban allí por la justicia.
«No sé lo que van a hacer los demás. Vamos a intentar mantener la paz», dijo Cleveland Barrett, el comandante del Real Partido de las Panteras Negras de Chicago. Llevaba un resplandeciente uniforme con boina.
El partido de Barrett cuenta con 465 miembros, según su página privada de Facebook.
Carolyn Ruff, la fundadora de Black Lives Matter Women of Faith, coincidió en que quería la paz. Black Lives Matter Women of Faith es un grupo diferente a Black Lives Matter, dijo.
«Si estás en una protesta para quemar a tu comunidad, solo estás dañando a tu comunidad», dijo.
Pero otros manifestantes ondeaban banderas en las que se leía «¡Revolución/Nada menos!». El tambor que los manifestantes tocaban tenía pegatinas que decían: «Este sistema no puede ser reformado, ¡debe ser derrocado!»
Un cartel sostenido por unos manifestantes se refería a la quema de Kenosha como «el hermoso levantamiento». Los líderes que abogaban por la paz se situaron en la escalinata a menos de tres metros de ella.
Incluso algunos líderes parecían desconocer el caso Rittenhouse en sí.
«Lo que pude ver en el video, no, los perseguía», dijo Ruff. Esta afirmación era falsa.
En el video, se puede ver claramente a Rittenhouse huyendo de una multitud de alborotadores hasta que cayó y fue atacado. Disparó mientras estaba siendo atacado y mientras yacía en el suelo.
El obispo Tavis Grant, de la Coalición Rainbow Push, fundada por el reverendo Jesse Jackson Sr., afirmó falsamente que Rittenhouse era el único que estaba en la calle con un arma durante el incidente.
Independientemente de los hechos o de los argumentos de los contramanifestantes, los manifestantes en las escaleras continuaron llamando asesino a Rittenhouse.
En este ambiente de tensión y desinformación, un reportero ya intentó seguir el autobús en el que salieron los miembros del jurado. La policía dijo que sospechaba que intentaba fotografiar a los miembros del jurado.
También han estallado peleas en el exterior del tribunal.
Hasta que el jurado tome su decisión, Kenosha no tendrá «ni paz ni justicia». Pero lo que más podría necesitar la maltrecha ciudad es misericordia.
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