LAWRENCE, Massachusetts — El lunes, un jurado comenzó a deliberar en el caso de un hombre de Alabama acusado de golpear y apuñalar a una niña de 11 años de New Hampshire hace más de 35 años.
Los fiscales y el abogado defensor de Marvin «Skip» McClendon Jr. presentaron el lunes sus alegatos finales en un caso que depende en parte de si el jurado cree que el ADN encontrado bajo las uñas de Melissa Ann Tremblay procedía de McClendon.
Este es el segundo juicio por asesinato de McClendon, después que el año pasado un juez declarara nulo el juicio debido al empate del jurado.
El 12 de septiembre de 1988, un día después que se denunciara su desaparición, se encontró el cadáver de la niña de Salem, New Hampshire, en un patio de trenes de Lawrence, Massachusetts. Había sido apuñalada en el cuello.
La víctima acompañó a su madre y al novio de ésta a un club social de Lawrence, no lejos del muelle, y salió a jugar mientras los adultos permanecían dentro, según informaron las autoridades el año pasado. Esa misma noche se denunció su desaparición.
La madre de la niña, Janet Tremblay, murió en 2015 a los 70 años, según su obituario. Pero los familiares supervivientes asistieron a la corte para presenciar el último juicio.
Tras descartar inicialmente a varios sospechosos, entre ellos dos drogadictos, las autoridades centraron su atención en McClendon.
Fue detenido en su casa de Alabama en 2022 basándose en parte en pruebas de ADN.
La fiscal adjunta del condado de Essex, Jessica Strasnick, dijo al jurado que los comentarios que McClendon hizo durante su arresto demostraban que conocía detalles del crimen y que estaba «obsesionado con el hecho que ella fue golpeada, damas y caballeros, porque sabía que ella no solo fue apuñalada ese día, sino que fue golpeada».
Una persona zurda como McClendon apuñaló a Tremblay, dijo Strasnick. Dijo a los miembros del jurado que el carpintero y exoficial de prisiones de Massachusetts estaba familiarizado con Lawrence, pues había frecuentado bares y clubes de striptease de la ciudad. También vivía a menos de 30 kilómetros en el momento del asesinato.
«Supuso que se había salido con la suya después de 33 años», dijo Strasnick.
«Supuso que, si dejaba su cuerpo golpeado y apuñalado contra la rueda de un tren, parecería que la habían atropellado», dijo. «Supuso que no investigarían. Supuso que pasaría desapercibido».
Strasnick dijo al jurado que las pruebas de ADN tomadas de debajo de las uñas de Tremblay excluyen al 99.8 por ciento de la población masculina.
«Esta niña de 11 años utilizó sus últimas fuerzas para luchar por su vida arañándole y clavándole las uñas», dijo Strasnick. «Gracias a eso, se pudo obtener su ADN bajo sus uñas… Por eso, después de todos estos años, su pasado finalmente lo alcanzó».
Pero el abogado de McClendon, Henry Fasoldt dijo que no hay pruebas de que el ADN provenía de debajo de las uñas de Tremblay o era de McClendon. «Su suposición inicial de que el ADN procedía del asesino es una suposición errónea», dijo tras la audiencia judicial.
Fasoldt también dijo que las pruebas demuestran que una persona diestra, y no zurda, pudo haber apuñalado a Tremblay. También argumentó que McClendon no tenía «ninguna conexión significativa» con Lawrence, salvo que vivía a 16 millas de distancia, en Chelmsford. Se trasladó a Alabama en 2002 a un terreno propiedad de su familia.
«Estoy preocupado. Tiene 77 años y una salud delicada y tiene que volver a pasar por esto», dijo. «No creo que lo hiciera».
Por Michael Casey
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