McALLEN, Texas—El viernes un jurado de Texas declaró a un conductor culpable de homicidio involuntario por ebriedad a causa de la muerte de 8 personas que fueron atropelladas por una camioneta SUV. El auto se estrelló contra una parada de autobús repleta de gente afuera de un refugio para migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.
El veredicto fue emitido por un jurado del condado de Cameron más de un año después de que, según las autoridades, George Álvarez perdiera el control del vehículo tras pasarse un semáforo en rojo. La escena mortal ocurrió en Brownsville, que desde hace mucho tiempo ha sido un epicentro de la migración.
Álvarez fue declarado culpable de 8 cargos de homicidio involuntario por ebriedad al final de un juicio que duró una semana, dijo Edward Sandoval, fiscal del condado de Cameron.
Estaba previsto que la fase de sentencia del juicio comenzara más tarde el viernes. Se enfrenta a hasta 160 años de prisión.
Un operador del refugio dijo que las víctimas atropelladas por el vehículo habían estado esperando que el autobús regresara al centro de Brownsville después de pasar la noche en el refugio. Las autoridades dijeron que Álvarez intentó huir pero fue retenido por varias personas en el lugar.
Los fiscales dijeron que había pruebas suficientes que apuntaban a que Álvarez estaba ebrio, informó el Brownsville Herald. Álvarez admitió haber consumido cocaína, pero dijo que la última vez que la consumió fue varios días antes del accidente, según el periódico.
El jefe de policía de Brownsville, Félix Sauceda, dijo en el momento del accidente que su camioneta se pasó un semáforo en rojo, perdió el control, se volcó de costado y atropelló a 18 personas. Seis personas murieron en el lugar y 12 resultaron gravemente heridas. Las víctimas eran todas varones y varios de ellos eran de Venezuela.
Por Valerie González
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