La vicepresidenta Kamala Harris señaló este martes que la relación de Estados Unidos con Latinoamérica es «más grande que el comercio» y que la corrupción es uno de los grandes problemas en la región; mientras que el secretario de Estado Antony Blinken reiteró el compromiso del país a la defensa de los derechos humanos en los regímenes totalitarios como Venezuela y Cuba.
Durante su discurso en la 51º Conferencia Anual de Washington sobre las Américas, Harris dijo que la administración del presidente Biden está «reconstruyendo nuestras alianzas» y «revitalizando nuestras relaciones» en todos los países de la región.
«El Hemisferio Occidental es nuestro hogar, y porque es nuestro hogar (…) es imperativo que promovamos la democracia y el buen gobierno, la seguridad y la prosperidad dentro de la región», dijo la vicepresidenta el 4 de mayo.
Harris dijo que la fortaleza de Estados Unidos depende de la fuerza de los países del continente.
«De muchas maneras nuestros destinos están entrelazados, y esto es especialmente cierto en América Latina, uno de nuestros socios comerciales que está creciendo más», agregó. «Y nuestra relación con América Latina es más grande que el comercio», dijo Harris, aunque admitió que es «compleja» y en algunas ocasiones «increíblemente compleja»
Posteriormente, la funcionaria abordó el tema de la inmigración y las acciones tomadas por la administración del presidente Biden, señalando que los esfuerzos diplomáticos con el Triángulo y México «son una prioridad para la nación y un papel que me tomo muy en serio».
Sin embargo, dijo Harris, no se lograrán cambios significativos si «persiste la corrupción» en Latinoamérica.
«Sabemos que la corrupción hace que las instituciones gubernamentales colapsen desde adentro, lo que impide que las personas eduquen a sus hijos, inicien un negocio, obtengan un juicio justo» dijo. «En el Triángulo Norte, también sabemos que la corrupción nos impide crear las condiciones sobre el terreno para atraer mejor la inversión».
Harris anunció que como parte de abordad las causas fundamentales de la inmigración, Estados Unidos enviará USD 310 millones a la región, y dijo que habló con Canadá, Finlandia, Irlanda y Japón para asociarse con Estados Unidos en la ayuda al Triángulo Norte.
Asimismo, Harris mencionó la actual situación en El Salvador tras las destituciones de jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y del fiscal general.
«Este fin de semana supimos que el Parlamento salvadoreño actuó para socavar la corte de mayor instancia de la nación», dijo la vicepresidenta, y agregó que un Poder Judicial independiente «es crucial» para una democracia sana y una economía fuerte.
«En este frente, en todos los frentes, debemos responder», señaló Harris.
Por su parte, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que Estados Unidos tiene como prioridad «revitalizar» el apoyo a la democracia, la cual está «siendo puesta a prueba» en varios países de la región.
En ese marco, Blinken pidió aunar voces para solicitar una reforma electoral en Nicaragua y «condenar a quienes pisotean» los derechos democráticos en Venezuela.
«El brutal régimen de Maduro ha reprimido sistemáticamente los derechos de sus ciudadanos. Sus abusos, su corrupción y su mala gestión han provocado una crisis humanitaria que ha dejado a millones de personas sin comida o sin acceso a la atención médica necesaria para salvar sus vidas», dijo en su discurso.
El jefe de la diplomacia de EE.UU. señaló que la administración Biden seguirá trabajando con los aliados en la región para «aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano y ejercer presión sobre el régimen».
«Y seguiremos defendiendo los derechos humanos del pueblo cubano, incluido el derecho a la libertad de expresión y de reunión, y condenando la represión de los derechos humanos en la isla».
Con información de EFE.
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