Kansas City contratará a dos nuevos investigadores de sobredosis como parte de una ordenanza aprobada por el ayuntamiento el jueves, con el objetivo de ayudar a combatir la epidemia de muertes por fentanilo en la ciudad de Misuri.
La ordenanza, propuesta por el alcalde Quinton Lucas, permitirá al departamento de salud de la ciudad emplear a dos investigadores para el rastreo de fentanilo y exigirá que las sobredosis de fentanilo se notifiquen en un plazo de 24 horas.
La nueva ordenanza también prevé la creación de una junta de revisión encargada de examinar en tiempo real los datos sobre sobredosis para conocer mejor el problema y encontrar formas de ayudar.
El Sr. Lucas dijo que el número de muertes por sobredosis en Kansas City superó los homicidios en 2021 y que sólo había un día en 2022 sin una sospecha de sobredosis en las salas de emergencia de la ciudad.
«Las muertes por sobredosis están en niveles epidémicos en Kansas City. Entre 2017 [y] 2021, hubo un aumento de casi 1000 por ciento en las muertes por opioides sintéticos», declaró el alcalde en X (antes conocido como Twitter) el 10 de noviembre.
Lucas también dijo que Kansas City lanzará una campaña de educación pública para concienciar sobre los peligros del fentanilo con el fin de prevenir las sobredosis mortales en la ciudad.
Según el Departamento de Salud y Medio Ambiente de Kansas, el estado registró más de 600 muertes por sobredosis relacionadas con las drogas en 2021, y la mitad de estas muertes se atribuyeron a opioides sintéticos, como el fentanilo.
El fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, que contribuye significativamente a las sobredosis de drogas en Estados Unidos, según han declarado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Debido a su potencia, incluso pequeñas cantidades de esta droga pueden provocar una sobredosis. Más de 150 estadounidenses mueren cada día por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo, según datos de los CDC.
Mientras tanto, San Francisco también está creando un nuevo grupo de trabajo para investigar las muertes e intoxicaciones relacionadas con los opioides en la ciudad.
«El fentanilo es más mortífero que cualquier otra droga que hayamos visto en nuestras calles», declaró la alcaldesa de San Francisco, London Breed, en un comunicado de prensa el 27 de octubre.
«Debemos tratar el tráfico y la venta de fentanilo con mayor severidad y hay que advertir a la gente de que vender esta droga puede conllevar cargos por homicidio», añadió.
Financiación para frenar el flujo de fentanilo
El 8 de noviembre, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, testificó ante la Comisión de Asignaciones del Senado sobre una solicitud de financiación suplementaria multimillonaria presentada por el presidente Joe Biden para la seguridad fronteriza en octubre.
El Sr. Mayorkas dijo que la financiación equiparía al DHS con el personal y las herramientas que necesita para impedir que los cárteles trasladen fentanilo a través de los puertos de entrada a Estados Unidos.
El Sr. Mayorkas declaró que la financiación adicional se utilizaría para contratar nuevo personal destinado a la interdicción de drogas y para mejorar las capacidades de investigación existentes de la agencia.
En concreto, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE. UU. contrataría a 1000 nuevos agentes para los puertos de entrada y realizaría una «inversión significativa» —unos 850 millones de dólares— en los denominados equipos de inspección no intrusiva para escanear vehículos en busca de narcóticos y parafernalia.
Además, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos podría mejorar las actividades nacionales e internacionales de lucha contra el fentanilo.
La nueva tecnología de imagen adquirida a través de la solicitud de financiación suplementaria permitiría al DHS inspeccionar todos los vehículos que entran en el país. El dinero permitiría desplegar más de 100 máquinas de inspección en los denominados puntos calientes.
«La tecnología de inspección no intrusiva (…) es un multiplicador de fuerzas extraordinariamente eficaz que nos permite detectar las ingeniosas formas en que se intenta introducir el fentanilo a través de esos vehículos», declaró Mayorkas.
Con información de Austin Alonzo y Associated Press.
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