Kathy Hochul anuncia plan para reactivar el peaje por congestión

La gobernadora de Nueva York enfrenta demandas que cuestionan el programa

Por Michael Washburn
13 de noviembre de 2024 9:28 PM Actualizado: 13 de noviembre de 2024 9:33 PM

El anuncio de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, sobre su plan para revertir la suspensión que impuso al peaje por congestión durante el verano, provocó una fuerte respuesta de los legisladores que se oponen a la política y a la presión que, según ellos, ejercerá sobre los usuarios.

En una conferencia de prensa celebrada el martes, la gobernadora enfrentó una intensa oposición tanto de quienes rechazan el peaje por congestión como de sus partidarios, que objetan abiertamente la suspensión del programa.

«Después de nueve demandas, sigo en pie. Sigo siendo la gobernadora de Nueva York. Planeo presentar una propuesta que financiará el programa y abordará tanto la mitigación de impactos ambientales como la reducción de la congestión», afirmó Hochul.

Cuando el peaje por congestión entre en vigor, la tarifa podría ser algo menor: 9 dólares en lugar de los 15 inicialmente previstos.

El anuncio del plan para reactivar el peaje por congestión marca un cambio de postura de la gobernadora. A finales de septiembre, el juez Arthur Engoron, de la Corte Suprema de Manhattan, falló a favor de permitir que las demandas continuaran.

El peaje por congestión, una política que impone una tarifa elevada a quienes ingresan a Manhattan por debajo de la calle 60, debía entrar en vigor inicialmente el 30 de junio de este año, según la Ley de Reforma y Movilidad del Tráfico de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de 2019. Este peaje se sumaría a las ya elevadas tarifas que pagan los conductores que utilizan puentes y túneles para entrar en Manhattan. En una conferencia de prensa el 7 de junio, la gobernadora citó la inflación que afecta a muchas familias como motivo para reconsiderar los peajes.

Entre sus defensores se encuentran figuras políticas de Nueva York como el contralor y candidato a la alcaldía, Brad Lander, y miembros del Concejo Municipal, quienes sostienen que la ciudad necesita los ingresos del peaje por congestión para acceder a bonos por 15,000 millones de dólares que permitirán modernizar los deteriorados sistemas de transporte. También afirman que el peaje reducirá la contaminación del aire al fomentar alternativas ecológicas a los automóviles y autobuses.

Sin embargo, los opositores argumentan que 15 dólares, o incluso los 9 dólares que Hochul ahora apoya, es una tarifa excesiva para los trabajadores que entran y salen de la ciudad diariamente. Señalan que la implementación de una política similar en Londres solo provocó una mayor estratificación social. Los usuarios más ricos pueden pagar los peajes, mientras que quienes no pueden hacerlo se ven obligados a modificar o abandonar sus rutinas.

El tema ha sido controversial desde hace tiempo. Durante la audiencia de septiembre, donde Engoron falló a favor de continuar con las demandas, Alan Schoenfeld, abogado de la gobernadora, argumentó que Hochul no había cambiado de opinión sobre el tema. Afirmó que inicialmente ella había expresado su apoyo al peaje por congestión y que después solo lo suspendió por motivos procedimentales, mientras se revisaba y aprobaba un acuerdo con la Autoridad de Puentes y Túneles de Triborough (TBTA).

Sin embargo, los defensores de la propuesta no quedaron convencidos. Andrew Celli, abogado de los demandantes, argumentó que la TBTA, y no la gobernadora, tenía la autoridad legal para decretar una suspensión por tales motivos.

Daniel Mullkoff, abogado del bufete Cuti Hecker Wang, sostuvo que las mejoras integrales del sistema de transporte previstas en el peaje por congestión no son meramente cosméticas. Por el contrario, son necesarias para ampliar el acceso al transporte público de las personas con discapacidad y cumplir así las obligaciones legales de la ciudad según la Ley para Estadounidenses con Discapacidad.

Legisladores responden

Desde la conferencia de prensa de Hochul, los legisladores de los condados con gran número de usuarios que se desplazan a la ciudad han desatado una oleada de críticas.

La representante demócrata Mikie Sherrill emitió rápidamente un comunicado calificando el plan de la gobernadora como «una propuesta mal concebida para financiar la MTA a costa de los habitantes de Nueva Jersey».

La congresista argumentó que el plan logrará lo contrario de su objetivo de limpiar el aire, ya que los usuarios pasarán más tiempo en la carretera haciendo fila para pagar los costosos peajes. Además, los residentes de Nueva Jersey terminarán pagando tarifas excesivas que no se destinarán a la autoridad de transporte de su propio estado, que tiene sus propios problemas que requieren grandes inversiones.

«La gobernadora Hochul está enviando un mensaje claro a los habitantes de Nueva Jersey, que son esenciales para la prosperidad de Nueva York: solo son una fuente de ingresos para la MTA», afirmó Sherrill.

El peaje por congestión también encontró un claro opositor en el representante Mike Lawler (R-N.Y.), quien la semana pasada ganó la reelección para el escaño del distrito 17 de la Cámara de Representantes de Nueva York, que abarca partes del condado de Westchester, justo al norte de la ciudad de Nueva York.

Lawler se unió a cuatro de sus colegas republicanos de Nueva York, los representantes Nicole Malliotakis, Andrew Garbarino, Nick LaLota y Anthony D’Esposito, para redactar una carta al presidente electo Donald Trump sobre el tema del peaje por congestión.

Los cinco legisladores expresaron al presidente electo su descontento de larga data con las posturas y políticas de Hochul antes de centrarse en el peaje por congestión y los efectos que creen que tendrá en sus electores.

«El Estado de Nueva York y su gobierno se extralimitan sistemáticamente en todos los aspectos de la administración, y esto es especialmente cierto en el régimen fiscal opresivo que Kathy Hochul instauró», escribieron los legisladores.

Calificaron el peaje por congestión como «el último de una larga serie de impuestos tiránicos», criticándolo por la carga financiera adicional que supondrá para las familias, trabajadores y residentes de bajos ingresos de la ciudad y el estado. También criticaron el momento de su implementación y su inviabilidad para los usuarios que carecen de alternativas a los automóviles y autobuses.

Señalaron que la suspensión del programa por parte de la gobernadora en junio fue una maniobra diseñada únicamente para aplacar las críticas mientras los escaños de la Cámara estaban en juego.

Los legisladores argumentaron que la implementación del peaje por congestión ahora solo desviará dinero a una MTA que ya sufre una grave mala gestión. Indicaron que, según algunas estimaciones, la agencia tendría un déficit presupuestario de 3000 millones de dólares en los próximos años, lo que no ocurriría si contara con una gestión transparente, capaz y eficaz.

Según los legisladores, la delincuencia aumentó en el metro y la MTA perdió 700 millones de dólares en el último año por evasión de tarifas. En su opinión, esto hace que el transporte público no sea una alternativa viable para los usuarios que estarían sujetos al peaje por congestión si condujeran al trabajo.

«Le pedimos su compromiso para acabar de una vez por todas con esta absurda apropiación de dinero mediante el peaje por congestión», instaron los legisladores a Trump.

La oficina de Hochul no respondió a una solicitud de comentarios al cierre de esta edición.


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