En medio de un acalorado debate nacional sobre la enseñanza de la controvertida Teoría Crítica de la Raza (TCR), el destacado defensor de la teoría, Ibram X. Kendi, dirigió el miércoles un debate en una cumbre de la Federación Americana de Maestros (AFT, por sus siglas en inglés), comparando a los estadounidenses que se oponen a la TCR con los que hicieron campaña contra el fin de la segregación racial en las escuelas públicas en 1954.
Kendi, profesor de humanidades de la Universidad de Boston, participó como orador invitado en una sesión de debate en el segundo día de la conferencia bienal de la AFT «Juntos educando a los niños de Estados Unidos». Respondió a preguntas sobre el racismo, las leyes y las normas que prohíben la enseñanza de la TRC en la educación K-12 y cómo pueden reaccionar los profesores ante esas restricciones.
Cuando se le preguntó qué significa para él el término «racista», Kendi respondió que cree que un racista es un individuo que «expresa una idea de jerarquía racial» o apoya una política que produce resultados diferentes entre los distintos grupos raciales. También dijo que no se puede ser inherente o permanentemente racista, contradiciendo lo que enseñan algunas escuelas que han adoptado la teoría crítica de la raza.
«‘Racista’ es un término descriptivo. Describe lo que una persona está siendo en un momento dado en función de lo que hace o deja de hacer», dijo. «Nadie es inherentemente racista».
Dicho esto, Kendi afirmó después que es racista que alguien no lo «admita» cuando se le acusa de ser racista, estableciendo un paralelismo entre el expresidente Donald Trump y los propietarios de esclavos porque negaban «constante y consistentemente» esas acusaciones.
«Ser antirracista, es admitir las veces que estamos siendo racistas», dijo Kendi al presentador Fedrick Ingram, secretario-tesorero de AFT. «Ser racista, es negar constantemente, negar, negar, negar, como Donald Trump».
Cuando se trata de la presión a nivel estatal y de distrito escolar contra la enseñanza de la teoría crítica de la raza, Kendi dijo que esta tendencia le recuerda a la oposición a Brown vs Junta de Educación, el caso histórico de la Corte Suprema en el que la segregación racial en las escuelas públicas fue declarada inconstitucional.
«Realmente me recuerda a la reacción y la respuesta a la decisión de Brown vs Junta de Educación cuando había un temor generalizado en ciertas escuelas y ciertas comunidades de que esas escuelas, que abolieron la segregación, con esos niños negros iban a ser perjudiciales para los niños blancos», dijo Kendi, afirmando que el movimiento anti-TCR busca prohibir la enseñanza de la historia, el racismo y la esclavitud, en lugar de solo prohibir la teoría.
«Existe la monstruosa mentira de que este esfuerzo por enseñar a los niños sobre el racismo es un esfuerzo por enseñar a los niños blancos que son inherentemente malos y racistas», dijo, contradiciendo una vez más lo que se enseña en muchas aulas que promueven la teoría crítica de la raza. «Ningún profesor —al menos ningún profesor antirracista— enseñaría eso».
Según Kendi, la sociedad estadounidense es «peligrosamente racista» porque a los «niños de piel más oscura» se les dice que «hay algo malo en ellos por el color de su piel», mientras que a los niños blancos se les dice que «hay algo bueno en ellos por el color de su piel». No señaló ningún ejemplo concreto.
Kendi también instó a los profesores a encontrar formas de eludir las leyes que limitan lo que se puede enseñar a los alumnos, aunque no hizo ninguna sugerencia sobre cómo deben hacerlo exactamente.
«Los profesores valientes estaban dispuestos a desafiar los obstáculos», dijo.
La AFT, que representa a unos 1.7 millones de empleados activos y jubilados de las escuelas públicas, es el segundo sindicato de profesores más grande del país. A principios de esta semana, la presidenta de la AFT, Randi Weingarten, rechazó la afirmación de que los profesores de las escuelas públicas están imponiendo la teoría crítica de la raza a los alumnos, pero también prometió proporcionar asistencia legal a los miembros que se vean en problemas por enseñar lo que ella llamó «historia verdadera».
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