Kosovo ha rechazado «categóricamente» las acusaciones de Moscú de que Pristina estaba enviando mercenarios al este de Ucrania para luchar allí contra los separatistas prorusos.
En un comunicado difundido hoy por la prensa local, el Ministerio de Exteriores kosovar recuerda que las leyes kosovares «prohíben la participación de sus ciudadanos en las guerras en el extranjero».
Las acusaciones del Kremlin son parte de la «intensa propaganda rusa» que pretende desestabilizar los Balcanes Occidentales, afirma la nota.
Kosovo, un aliado de Estados Unidos, «se une al mundo democrático en la condena de la política hegemónica y expansionista de Rusia en detrimento del Estado soberano e independiente de Ucrania», añade.
Además, tilda de «incorrectas y tendenciosas» las recientes afirmaciones del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, de que Kosovo y otros países de los Balcanes «se están convirtiendo en el semillero de la delincuencia».
Los medios rusos informaron el pasado viernes de que Lavrov investigaba unas informaciones de que a Donbás, la región oriental de Ucrania en conflicto, llegaban mercenarios de Kosovo, Albania y Bosnia-Herzegovina.
El Ministerio de Seguridad de Bosnia reaccionó de inmediato asegurando que no le consta que haya ciudadanos bosnios luchando junto a las fuerzas ucranianas.
«Si Lavrov tiene alguna información sobre tales actividades en Bosnia-Herzegovina, espero que las haya compartido con nuestros servicios de seguridad antes de revelarlos en público», declaró el viernes la ministra de Exteriores de bosnia, Bisera Turkovic.
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