Los niveles de nieve acumulada en las montañas de California alcanzaron el 3 de enero el nivel más alto en 40 años, pero el tiempo dirá si las últimas tormentas ayudarán a suministrar suficiente agua al estado para poner fin a una racha de tres años de sequía, informaron las autoridades estatales del agua.
La nieve acumulada de California se situó el martes en el 174% del promedio histórico del año, impulsado por las recientes tormentas que empaparon el estado durante las fiestas y trajeron nieve a las montañas.
El estado podría ver aún más lluvia y nieve esta semana y hasta el fin de semana, trayendo suministros de agua muy necesarios.
«Aunque vemos una gran nevada —y eso en sí mismo puede ser una oportunidad para respirar aliviados— no estamos de ninguna manera fuera de peligro en lo que se refiere a la sequía», dijo Karla Nemeth, directora del Departamento de Recursos Hídricos de California.
El estado podría enfrentarse a otro año de sequía este año, ya que los embalses de agua siguen estando muy por debajo de su capacidad.
Las autoridades estatales del agua realizaron las primeras mediciones oficiales del año del volumen de nieve y agua en Phillips, un pueblo al este de Sacramento, en las montañas de la Sierra central, y encontraron niveles muy por encima del promedio para esta época del año.
La acumulación de nieve en Phillips es el 177% del promedio. Se midió en 55.5 pulgadas, lo que fue suficiente para almacenar 17.5 pulgadas de agua, de acuerdo con Sean de Guzman, administrador de la nieve del departamento de encuestas y la unidad de previsión de abastecimiento de agua.
Las tormentas de la semana pasada causaron inundaciones y daños, pero fueron más cálidas. Las elevaciones de congelación se situaron en torno a los 7000 pies, y el manto de nieve de las montañas de todo el estado pasó del 157% en promedio al 174%.
«Tomaremos cualquier tipo de precipitación que podamos obtener, ya sea lluvia o nieve en este momento, simplemente porque estamos en una sequía tan severa», dijo de Guzmán.
El sistema de tormentas previsto para esta semana debería ser más frío y producir más nieve. Las inundaciones significativas de los ríos y arroyos locales en todo el estado deben continuar durante los próximos días, junto con fuertes vientos, dijeron las autoridades.
Las buenas noticias son suficientes para que las autoridades respiren aliviadas, pero la situación podría cambiar a medida que avance el año. El año pasado se produjo una situación similar, cuando las autoridades midieron la cantidad de nieve acumulada a principios de año, pero de enero a marzo se registró el periodo más seco de la historia.
California ha recibido precipitaciones superiores al promedio en lo que va de año, que comenzó el 1 de octubre, según el climatólogo estatal Mike Anderson.
«Las cosas pintan bastante bien», dijo Anderson durante una rueda de prensa el martes. «Ciertamente, mucho mejor que en años anteriores. Pero todavía hay algunos focos en los que las condiciones no alcanzan el promedio».
Según la Organización Meteorológica Mundial, el fenómeno meteorológico de «La Niña triple» que regresó a California y se extendió por tercer año consecutivo en 2022 está empezando a desaparecer.
Este patrón meteorológico provoca un enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie oceánica en el centro y el este del océano Pacífico, junto con cambios en la circulación atmosférica tropical, es decir, en los vientos, la presión y las precipitaciones. Suele tener el efecto contrario en el tiempo y el clima que El Niño, que trae más precipitaciones, según la organización.
Según Anderson, California está pasando a unas condiciones meteorológicas más neutras y podría volver a ver las condiciones de El Niño en otoño.
«Tendremos que vigilarlo, pero estamos en transición», dijo Anderson.
El estado está a un tercio de su camino a través de su temporada más lluviosa, dijo el administrador de la sequía del estado Jeanine Jones.
«Esperamos seguir avanzando con buenas condiciones de suministro de agua», dijo Jones.
Los suministros de agua del estado siguen superando un déficit derivado de la reciente sequía y las reservas de aguas subterráneas han disminuido. Se necesitará algún tiempo y más agua para recuperar ese almacenamiento, por lo que las autoridades no pueden decir que la sequía ha terminado, dijo.
La mayor fuente de agua superficial de California es el río Colorado, y los suministros parecen buenos en esa cuenca, dijo Jones.
Sin embargo, el sistema de embalses del estado está registrando niveles récord de almacenamiento. El Estado seguirá evaluando las reservas de agua y debería saber en marzo cuánta agua estará disponible para abastecer los proyectos hídricos del Estado, añadió Jones.
Aunque el estado ha registrado lluvias y nieve superiores al promedio esta temporada, los embalses siguen por debajo de la media. El lago Oroville, al sur de Redding, en el norte de California, está solo al 35% de su capacidad, y el lago Shasta, el mayor embalse del estado, estaba al 34% de su capacidad, dijo de Guzman, del Departamento de Recursos Hídricos de California.
Los tres últimos años han sido los más secos desde 1986 en California. Las autoridades estatales han limitado drásticamente las entregas de agua a los agricultores y el gobernador Gavin Newsom ha instado a los residentes y las empresas a conservar el agua.
Aproximadamente un tercio del suministro de agua de California procede del deshielo de las montañas del norte del estado. Alrededor de tres cuartas partes de la lluvia y la nieve de California proceden de las cuencas hidrográficas al norte de Sacramento. Pero cerca del 80% de la demanda de agua del estado procede del sur de California, donde vive la mayoría de la población.
Según un informe publicado en diciembre por el Departamento de Recursos Hídricos (pdf), el estado prevé una escasez de agua hasta 2023, lo que obligará a algunos proveedores de agua urbanos a planificar nuevas restricciones en el uso de agua al aire libre.
Con información de The Associated Press.
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