En otra ronda de restricciones a los electrodomésticos estadounidenses, la administración Biden anunció el viernes nuevas normas de eficiencia energética para los hornos de gas residenciales.
Se calcula que esta medida reducirá las facturas de los hogares estadounidenses en unos USD 1500 millones anuales, dice un comunicado del Departamento de Energía (DOE), añadiendo que, a lo largo de tres décadas, los consumidores obtendrán un ahorro acumulado de USD 24,800 millones.
El DOE también afirmó que las nuevas normas «reducirán significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero» del sector residencial.
«Siguiendo las indicaciones del Congreso, el DOE sigue revisando y ultimando las normas energéticas para los electrodomésticos, como los hornos residenciales, con el fin de reducir los costos de las familias trabajadoras, reduciendo el consumo de energía y los contaminantes nocivos en los hogares de todo el país», dijo a través de una declaración la secretaria de Energía, Jennifer Granholm.
Estas normas, que entrarán en vigor en 2028, se dirigen a hornos de gas específicos —hornos de gas no climatizados y los utilizados en casas móviles— y exigen que alcancen una «eficiencia anual de utilización del combustible» (AFUE) del 95%.
Esto significa que, dentro de cinco años, los fabricantes sólo tendrán luz verde para vender hornos que transformen al menos el 95% del combustible en calor. Actualmente, la AFUE estándar de la industria para los hornos domésticos es del 80%.
Los estándares se actualizaron por última vez en 2007. Con las nuevas normas se espera «[reducir] los residuos al convertir casi todo el gas utilizado en calor para la vivienda», según el departamento.
«Esta norma es fácilmente alcanzable por los modernos hornos de condensación, que utilizan intercambiadores de calor secundarios para capturar el exceso de calor de los gases de escape del horno».
Debido a los estrictos estándares de la AFUE, la normativa eliminará progresivamente los modelos de calderas más antiguos, incluidas las calderas de gas sin condensación, que suelen ser menos eficientes pero más asequibles.
Es probable que los consumidores que se planteen sustituir sus hornos sin condensación por otros de condensación tras la entrada en vigor de la norma tengan que hacer frente a importantes costos de instalación.
El DOE señaló que, a partir de 2022, los hornos residenciales de gas representan alrededor del 19% del consumo anual de energía de los hogares en Estados Unidos. En su norma final, el DOE señaló que Canadá había impuesto los hornos de condensación para calefacción residencial hace más de 10 años.
«El DOE espera que la actualización de las normas de eficiencia de estos aparatos reduzca, a lo largo de 30 años, las emisiones de carbono en 332 millones de toneladas métricas (lo que equivale aproximadamente a las emisiones anuales combinadas de 42 millones de hogares, o aproximadamente el 34% de los hogares de Estados Unidos) y reducir las emisiones de metano en 4.3 millones de toneladas (una cantidad equivalente a las emisiones anuales combinadas de 14 millones de hogares o aproximadamente 29 centrales de carbón)», señaló el departamento en el comunicado.
La última norma nacional de eficiencia forma parte del programa a largo plazo de la administración para lograr una reducción de entre el 50 y el 52% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030.
En octubre de 2022, un grupo de 28 asociaciones comerciales, que incluyen la Asociación Americana del Gas, la Asociación Americana de Gas Público y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, dijo al DOE que las normas de eficiencia propuestas podrían afectar negativamente a los consumidores que tendrían que actualizar sus actuales sistemas de ventilación para adaptarse a un nuevo modelo de horno.
«Las modificaciones de las normas de eficiencia de los hornos afectarán significativamente a la disponibilidad y asequibilidad de los equipos de calefacción de consumo, por lo que el DOE no debería eliminar las opciones de calefacción asequibles para los consumidores y las pequeñas empresas», dijeron las asociaciones comerciales al departamento.
En su momento, nueve empresas de electricidad y gas apoyaron la propuesta e instaron al DOE a ayudar a los clientes con rentas más bajas con los costos iniciales.
En la norma final, el DOE declaró que «la posibilidad de que algunas tecnologías no sean suficientes para lograr el cumplimiento es cierta para cualquier norma de rendimiento, y no transforma una norma de rendimiento en un requisito de diseño de facto».
«El DOE reconoce que [los hornos de gas no climatizados] y [los hornos de gas de casas móviles] que actualmente alcanzan un 95% de AFUE (eficiencia anual de utilización del combustible) emplean tecnología de condensación», añadió. «Sin embargo, las normas basadas en el desempeño adoptadas en esta regla final no impiden que se utilicen diseños de intercambiadores de calor, sistemas de ventilación o materiales nuevos o alternativos en futuros diseños de productos de hornos, que pueden proporcionar vías adicionales (solos o en combinación) para incrementar la AFUE del horno.
«Además, esta regla final proporciona un plazo de cinco años antes de que se requiera el cumplimiento de las normas enmendadas, por lo que es posible que se realicen más innovaciones durante ese tiempo».
Los legisladores republicanos se mostraron en desacuerdo con las iniciativas de energía verde del presidente Joe Biden, especialmente con respecto a la carga de costos para las familias estadounidenses y los límites impuestos a las opciones de los consumidores. Recientemente, los legisladores expresaron su preocupación por el impulso de Biden a favor de los vehículos eléctricos y las restricciones a las estufas de gas.
En los últimos meses, el DOE ha implementado estándares actualizados para una variedad de otros electrodomésticos, incluidos lavadoras, refrigeradores y aires acondicionados.
La administración Biden está impulsando reglas que afectan una variedad de otros electrodomésticos, como bombas para piscinas, cargadores de baterías, ventiladores de techo y deshumidificadores, según la última Agenda Unificada federal, una compilación semestral para todo el gobierno que describe las regulaciones previstas para los próximos 12 meses.
El DOE dijo que sus acciones previas y planificadas de eficiencia energética ahorrarán a los estadounidenses unos USD 570,000 millones y reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero en más de USD 2400 millones de toneladas métricas acumuladas durante 30 años.
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