La popular aplicación de corretaje de bolsa Robinhood llegó el miércoles a un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos para recomprar por 605 millones de dólares las acciones de la compañía que estaban en poder de Sam Bankman-Freid (conocido por sus iniciales, SBF), el fundador de la malograda plataforma de criptomonedas FTX.
En un mensaje publicado en su blog este viernes, Robinhood anunció que ya ha comprado las más de 55 millones de acciones que la compañía Emergent Fidelity, propiedad de SBF, compró en mayo de 2022.
En el mensaje se incluye un enlace al informe en que el Servicio de Marshals de Estados Unidos (USMS, en inglés) da luz verde a la recompra de las acciones por más de 605 millones de dólares, unos 10.69 dólares por acción.
«La compra de acciones subraya la confianza de la junta directiva y el equipo gestor en nuestro negocio», explicó la plataforma.
A principios de agosto, Robinhood anunció que se deshará de un 23 % de su plantilla ante la mala situación de la empresa, que se disparó entre 2020 y 2021, pero que en los últimos meses ha caído con fuerza.
Esa fue la segunda ronda de despidos que anuncia la compañía este año, después de que en abril anunciara que prescindía de un 9 % de las alrededor de 3800 personas que empleaba entonces.
Sam Bankman-Fried, por su parte, ha sido acusado por el Departamento de Justicia estadounidense de siete delitos de fraude y blanqueo de dinero por presuntamente desviar miles de millones de dólares de los clientes de la plataforma FTX para otros fines.
El empresario, que con solo 31 años protagonizó un rutilante ascenso hasta estrellarse, se encuentra en la cárcel a la espera de juicio después de que un juez revocara su detención domiciliaria por supuesta manipulación de testigos, entre ellos su exsocia y expareja Caroline Ellison, que ha accedido a cooperar con las autoridades y presuntamente declarará contra él.
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