La Armada de los EE.UU. está planeando anunciar una investigación para determinar si se debe expulsar a un SEAL de la Armada cuyo rango fue recientemente restaurado por el presidente Donald Trump tras un consejo de guerra, según los informes.
El jefe de Operaciones Especiales Edward Gallagher, de 40 años, fue absuelto por un jurado militar en julio de un cargo de crímenes de guerra —incluido el asesinato de un terrorista herido del ISIS— mientras estaba desplegado en Mosul (Irak), en 2017.
Sin embargo, Gallagher fue condenado por posar ilegalmente con el cadáver del detenido, un delito que conlleva una pena máxima de cuatro meses de prisión. A pesar de ello, Gallagher fue degradado en rango y categoría salarial.
Trump le concedió a Gallagher un indulto completo, y también firmó una orden la semana pasada para restaurar su rango y sueldo de Contramaestre en Jefe, antes de ser juzgado y declarado inocente de los siete cargos en su contra.
Un funcionario de los EE.UU. le dijo a Reuters, con la condición de que se mantenga su anonimato, que se espera que a Gallagher, y a otros tres SEAL, se les notifique el miércoles 20 de noviembre su deber de comparecer ante una junta que decidirá si deben ser despojados o no de su condición de SEAL.
Las autoridades dijeron a Reuters que el proceso podría tomar semanas, pero la decisión de revisar el estatus de Gallagher contó con el apoyo de altos líderes de la Armada.
Si Gallagher es expulsado de los SEAL de élite, tendría que jubilarse o buscar un puesto diferente en la Armada.
El portavoz de la Armada, el comandante Nate Christensen, dijo a Fox News que la medida fue planteada por el contraalmirante Collin Green, del Comando de Guerra Especial Naval, y fue apoyada por el almirante Mike Gilday.
La edición en inglés de La Gran Época se puso en contacto con el Comando Naval de Guerra Especial para pedir comentarios, pero no recibió respuesta inmediata.
El primer teniente Clint Lorance y el mayor del ejército Mathew Golsteyn, miembros del servicio militar de Estados Unidos, acusados de crímenes de guerra, también fueron indultados por Trump la semana pasada.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo en una declaración el 15 de noviembre que Trump había firmado una concesión de clemencia presidencial para Lorance y Golsteyn.
«El Presidente, como Comandante en Jefe, es en última instancia responsable de asegurar que la ley se cumpla y, cuando es apropiado, se concede dicha indulgencia», dijo Grisham en la declaración. «Por más de 200 años, los presidentes han usado su autoridad para ofrecer segundas oportunidades a individuos meritorios, incluyendo a los uniformados que han servido a nuestro país».
«Estas acciones están en consonancia con esta larga historia. Como ha dicho el Presidente, ‘cuando nuestros soldados tienen que luchar por nuestro país, quiero darles la confianza para luchar'», dijo. Trump recibió reacciones contradictorias por su decisión de indultar a los hombres, y los críticos dijeron que la decisión envía un mensaje de falta de respeto a la ley y al sistema de justicia militar.
Lorance fue declarado culpable de asesinato en segundo grado en 2013 por ordenar a sus tropas que dispararan a tres hombres desarmados que iban en motocicleta hacia ellos a velocidades inusuales. Dos de los tres hombres murieron en el incidente. Ha cumplido 6 de los 19 años a los que fue sentenciado.
Paralelamente, Golsteyn, un ex Boina Verde, fue acusado de asesinar a un presunto terrorista fabricante de bombas durante un despliegue en Afganistán en 2010.
Janita Kan colaboró en la elaboración de este artículo.
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