La Asociación Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés), la mayor organización nacional que representa a los médicos y a los estudiantes de medicina en Estados Unidos, se ha comprometido a renunciar a su ideal meritocrático, largamente defendido, en favor de la «justicia racial» y la «equidad en la salud».
En un plan estratégico de 86 páginas publicado el martes, la AMA establece una hoja de ruta de tres años en la que se detalla cómo la organización utilizará su influencia para desmantelar el «racismo estructural e institucional» y avanzar en la «justicia social y racial» en el sistema de salud estadounidense.
Según su plan, la AMA seguirá una serie de estrategias, entre las que se incluye la aplicación de la «justicia racial y social» en toda la cultura empresarial, los sistemas, las políticas y las prácticas de la AMA; la ampliación de la educación médica para incluir la teoría crítica de la raza; y el impulso a la «curación, reconciliación y transformación racial» en relación con el propio pasado «racialmente discriminatorio» de la organización.
La AMA también deja claro que ahora rechaza los conceptos de «igualdad» y «meritocracia», que han sido objetivos en los campos de la ciencia médica y la atención médica.
«La igualdad como proceso significa proporcionar las mismas cantidades y tipos de recursos en todas las poblaciones», dijo la asociación. «Pretender tratar a todo el mundo ‘igual’, ignora el legado histórico de desinversión y privación a través de la política y la práctica histórica de marginación y minorización de las comunidades».
Aunque la AMA no dirige el sistema sanitario de Estados Unidos, ejerce una enorme influencia sobre las facultades de medicina y los hospitales universitarios que forman a los médicos y otros profesionales de la salud. Esos institutos, dice la AMA, deben rechazar la meritocracia, que describe como una narrativa perjudicial que «ignora los recursos sociales, estructurales y políticos distribuidos de forma desigual».
«La narrativa comúnmente sostenida de la meritocracia es la idea de que las personas tienen éxito puramente por su esfuerzo individual», afirma. «La educación médica se ha basado en gran medida en tales ideales meritocráticos defectuosos, y se necesitará un enfoque y un esfuerzo intencional para reconocer, revisar y modificar esta interpretación profundamente defectuosa».
En su lugar, la AMA sugiere que las facultades de medicina incorporen en sus programas la teoría crítica de la raza, una rama del marxismo que ve la sociedad a través de la lente de una lucha de poder entre la raza de los opresores y la de los oprimidos. Como resultado, según esta teoría, todas las instituciones establecidas desde hace tiempo en la sociedad occidental se consideran herramientas de opresión racial.
«Ampliar la escuela de medicina y la formación de los médicos para incluir la equidad, el antirracismo, la competencia estructural, la salud pública y las ciencias sociales, la teoría crítica de la raza y las bases históricas de la enfermedad», dice el documento, cargado de vocabulario de la teoría crítica de la raza.
En una declaración que acompañaba al plan, el presidente de la AMA, Gerald Harmon, dijo que está «plenamente comprometido con esta causa» y pidió a la comunidad médica que se uniera al esfuerzo.
«Creemos que aprovechando el poder de nuestros miembros, nuestra influencia y nuestro alcance podemos ayudar a conseguir un cambio real y duradero en la medicina», dijo.
La controversia en torno a la teoría crítica de la raza en las instituciones estadounidenses ganó más atención en 2020, cuando el presidente Donald Trump prohibió el uso de materiales de formación basados en «ideologías divisivas y dañinas basadas en el sexo y la raza» en los lugares de trabajo federales. El presidente Joe Biden anuló la orden, y en su lugar emitió una orden en la que afirmaba que su administración perseguiría «un enfoque integral para avanzar en la equidad para todos».
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