La presión para sindicalizar un almacén de Amazon en Alabama será uno de los principales focos de atención en una audiencia del Congreso en Washington el miércoles.
La empleada de Amazon Jennifer Bates está programada para testificar ante el Comité de Presupuesto del Senado en una audiencia de las 11 de la mañana titulada «La crisis de desigualdad de ingresos y riqueza en Estados Unidos». Bates es una organizadora que intenta convencer a sus compañeros para que voten a favor de la sindicalización.
Jeff Bezos, CEO de la estridentemente antisindical Amazon, fue invitado a asistir pero declinó, según dijo la semana pasada el presidente de la Comisión de Presupuesto, Bernie Sanders (I-Vt.).
«Lamento que el señor Bezos no se una a nuestra audiencia sobre la desigualdad de ingresos y riqueza. Como la persona más rica del mundo, me encantaría escuchar su razonamiento de por qué se opone enérgicamente a un esfuerzo de organización sindical en Amazon que mejoraría los salarios y beneficios de los trabajadores en apuros», escribió Sanders en un tuit.
Un portavoz de Amazon dijo a los medios de comunicación que Bezos no podía asistir, pero no dijo por qué.
Los trabajadores del almacén de la compañía en Bessemer iniciaron un intento de sindicalización que desencadenó una votación por correo a partir del 8 de febrero.
Los trabajadores tienen hasta el 29 de marzo para devolver sus votos.
Amazon se opuso a la celebración de una elección por correo, pero los funcionarios laborales rechazaron la solicitud.
Los organizadores dicen que un sindicato daría a los trabajadores «el derecho a negociar colectivamente sobre nuestras condiciones de trabajo, incluyendo temas como las normas de seguridad, el entrenamiento, los descansos, el salario, los beneficios y otras cuestiones importantes que harían mejor nuestro lugar de trabajo».
«Amazon a veces aborda cuestiones en el trabajo, pero todo es temporal. Un contrato sindical está por escrito, negociado, y Amazon tendría que seguir legalmente las directrices y hay mecanismos para hacerles legalmente responsables ante nosotros como trabajadores. No hay otra manera de tener este tipo de relación con Amazon fuera de tener un sindicato», escribieron los organizadores en un sitio web que aboga por un sindicato.
Los trabajadores están votando si se unen al Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes.
Amazon dice en un sitio web que se opone a la sindicalización en que los trabajadores tendrían que gastar dinero en cuotas y que ya reciben altos salarios, atención médica, de la vista y beneficios dentales.
«Trabajamos duro para apoyar a nuestros equipos y más del 90 por ciento de los asociados en nuestro sitio de Bessemer dicen que recomendarían Amazon como un buen lugar para trabajar a sus amigos. Nuestros empleados eligen trabajar en Amazon porque ofrecemos algunos de los mejores puestos de trabajo disponibles en todos los lugares en los que contratamos, y animamos a cualquiera a comparar nuestro paquete de compensación total, los beneficios de salud y el ambiente de trabajo con cualquier otra empresa con puestos de trabajo similares», dijo la portavoz de Amazon Heather Knox a The Epoch Times por correo electrónico el mes pasado.
La oferta de sindicalización ya ha recibido el respaldo del presidente Joe Biden y del senador Marco Rubio (R-Fla.), entre otros funcionarios electos.
Amazon, con sede en el estado de Washington, ha crecido considerablemente en los últimos años, sobre todo desde el inicio de la pandemia del COVID-19.
La empresa alcanzó el millón de trabajadores a finales del año pasado, lo que la sitúa en segundo lugar, detrás de Walmart, en la lista de mayores empleadores de Estados Unidos.
Amazon elevó en 2018 su salario mínimo a 15 dólares por hora para todos sus empleados en Estados Unidos.
«Escuchamos a nuestros críticos, pensamos mucho en lo que queríamos hacer y decidimos que queremos liderar», dijo entonces Bezos. «Estamos entusiasmados con este cambio y animamos a nuestros competidores y a otros grandes empleadores a unirse a nosotros».
El salario mínimo federal es de 7.25 dólares la hora, aunque algunos estados exigen salarios mínimos más altos.
Sanders dijo en un comunicado que Bezos «está actualmente involucrado en una agresiva campaña de destrucción de sindicatos contra los trabajadores de Amazon en Bessemer, Alabama, para evitar que negocien colectivamente por mejores salarios, beneficios y condiciones de trabajo».
Un comunicado de su oficina destacó cómo millones de estadounidenses están desempleados, subempleados o han renunciado a buscar trabajo, al tiempo que alegó que el hambre en el país está en el nivel más alto en décadas.
«Mientras tanto, las personas más ricas del país se están haciendo mucho más ricas, y la desigualdad de ingresos y riqueza se está disparando. Increíblemente, durante la pandemia, 664 multimillonarios en Estados Unidos han incrementado su riqueza en 1.3 billones de dólares», afirma. «Jeff Bezos, la persona más rica del mundo, posee más riqueza que el 39% más pobre de los estadounidenses juntos».
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