BBC News dijo el jueves que uno de sus reporteros estaba «equivocado» al especular que el Hospital Al Ahli en la ciudad de Gaza probablemente fue bombardeado por Israel.
La declaración se produjo después de que el presidente de Israel, Isaac Herzog, acusara a los medios de comunicación que citaron la afirmación de Hamás de «difundir por todo el mundo un libelo de sangre del siglo XXI».
Herzog también arremetió contra la BBC por negarse a calificar directamente a Hamás de grupo terrorista en su cobertura de la guerra entre Israel y Hamás, afirmando que la cobertura de la cadena pública sobre la guerra entre Israel y Hamás es «atroz» por este motivo.
En un comunicado emitido el jueves, la BBC aclaró que el programa «aún no había verificado quién estaba detrás de la explosión», pero que era «un error» que el reportero especulara de ese modo».
El director de periodismo de la corporación, Jonathan Munro, también dijo que el «lenguaje no era del todo correcto».
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, acusó el 17 de octubre al ejército israelí de matar a cientos de personas en el hospital Al-Ahli con un ataque aéreo. La acusación fue citada por los medios de comunicación y utilizada como prueba de que las Fuerzas de Defensa de Israel atacan a civiles en Gaza.
Las FDI afirmaron que la explosión se debió a un cohete errante lanzado por el grupo terrorista antiisraelí Yihad Islámica Palestina.
Los análisis estadounidenses sugieren que el atentado fue «obra del otro equipo» y no de Israel, según el Presidente Joe Biden. El gobierno británico no sacó ninguna conclusión, y el ministro de Seguridad, Tom Tugendhat, advirtió contra «especulaciones irresponsables».
Durante la cobertura en directo de la BBC después del incidente, el reportero Jon Donnison especuló: «Es difícil ver qué otra cosa podría ser esto, realmente, dado el tamaño de la explosión que no sea un ataque aéreo israelí, o varios ataques aéreos».
El martes, Herzog criticó a los medios de comunicación que, en su opinión, «se tragan a gente como Hamás y la Yihad Islámica», y dijo que estaban «difundiendo por todo el mundo un libelo de sangre del siglo XXI» en un post en X, antes conocido como Twitter.
El gobierno israelí y el ministro británico de Inmigración, Robert Jenrick, repitieron la frase y nombraron a la BBC en X el jueves.
La cuenta oficial del Estado de Israel etiquetó a BBC Mundo, diciendo: «su moderno libelo de sangre sobre el ataque al hospital sigue en pie».
El Sr. Jenrick afirmó que el pueblo judío en el Reino Unido y en Israel «sufrirá» como resultado del «descuido, ignorancia e irresponsabilidad» de la BBC y otros.
El miércoles, el Ministro de Asuntos Exteriores, James Cleverly, declaró ante el Parlamento: «Es increíblemente importante que la BBC y otras emisoras sean muy cuidadosas en su información sobre este asunto por lo delicado y por las implicaciones, no sólo en la propia región sino aquí en el Reino Unido».
Los comentarios se produjeron cuando Herzog también arreció las críticas por la insistencia de la BBC en no calificar directamente a Hamás de organización terrorista a pesar de estar proscrita por el gobierno británico.
El presidente dijo al primer ministro británico, Rishi Sunak, que visitaba Jerusalén el jueves, que el gobierno israelí cree que «la forma en que la BBC caracteriza a Hamás es una distorsión de los hechos».
También declaró al Daily Mail que consideraba que la información de la BBC había sido «atroz».
«El hecho de que no reconozca a Hamás como organización terrorista requiere toda una batalla legal y pública. Es increíble», afirmó.
En su intervención del jueves en el evento de la Media Society Reporting The Israel Hamas Conflict, Munro dijo que Donnison «se equivocó al especular sobre la causa de la explosión del hospital».
«En ningún momento dijo realmente que fuera causada por los israelíes … pero, no obstante, cuando se deja la impresión de que especulamos, es importante corregir lo que hicimos», dijo.
Dijo que es «muy incómodo» cuando un error «se magnifica», pero la especulación «no debería haber ocurrido».
Aunque reconoce el error, el comunicado de la BBC afirma que el programa «no representa la totalidad de la producción de la BBC», que «expuso las afirmaciones contrapuestas de ambas partes sobre la explosión, mostrando claramente quién las dice y lo que sabemos o no sabemos».
La cadena mantuvo que sus directrices editoriales, que indican a los periodistas que eviten utilizar la palabra «terroristas», le funciona bien, aunque algunos críticos acusaron a la cadena de no aplicar las normas de forma coherente.
En un comunicado hecho público a principios de esta semana, la BBC afirmó que «consultará y debatirá estas cuestiones» la próxima primavera, cuando está prevista una revisión periódica.
Además de las críticas de los proisraelíes, la BBC también recibió críticas de los telespectadores antiisraelíes. El organismo de radiodifusión dijo anteriormente que había recibido quejas de ambos bandos.
La sede de la BBC en Londres fue objeto de actos vandálicos el pasado fin de semana. La policía no identificó a ningún sospechoso. Un grupo propalestino, Acción Palestina, reivindicó la autoría poco después del incidente, declarando que los activistas rociaron la BBC con «pintura rojo sangre», que según ellos simboliza la «complicidad de la BBC en el genocidio del pueblo palestino por parte de Israel mediante una información sesgada».
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