La Administración Biden comenzó el jueves a decir a las agencias federales que empiecen a prepararse para un posible cierre del gobierno a finales de mes si el Congreso no aprueba a tiempo una resolución de continuidad.
En unas declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, la secretaria de Prensa Jen Psaki confirmó que la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) comenzó a emitir declaraciones a varias agencias para que estén preparadas para ejecutar un cierre en los próximos días.
Psaki dijo que la medida es «consistente con la práctica de larga data de muchas administraciones [anteriores], para que la OMB simplemente recuerde al personal superior de las agencias la necesidad de revisar y actualizar los planes de cierre ordenado», y agregó que «no se está dando una orientación formal, es solo un recordatorio: estamos a siete días».
Aunque la OMB espera que el Congreso apruebe un proyecto de ley para mantener la financiación del gobierno, el portavoz de la agencia, Abdullah Hasan, dijo a varios medios que «mientras tanto, la gestión prudente requiere que el gobierno planifique la posibilidad de un lapso de financiación».
«En consonancia con la práctica de larga data de múltiples administraciones, la OMB se está preparando para cualquier contingencia, y las determinaciones sobre programas específicos están siendo revisadas activamente por las agencias», dijo Hasan, haciéndose eco de las declaraciones hechas por Psaki. «Y lo que es más importante, hay tiempo suficiente para que el Congreso evite un lapso en las asignaciones, y confiamos en que lo hará».
Los cierres del gobierno ocurren cuando el Congreso no logra aprobar una legislación de fondos para financiar al gobierno, y rara vez duran más de un mes. El anterior cierre del gobierno entre 2018 y 2019 duró 35 días, y antes de eso, un cierre duró 16 días en 2013.
Se espera que el Senado vote la próxima semana un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes que mantendrá la financiación del gobierno hasta principios de diciembre, y que a su vez elevará el techo de la deuda. Varios senadores republicanos se han opuesto a la propuesta de suspender o elevar el techo de la deuda, argumentando que los demócratas utilizarán la financiación extra para aprobar paquetes de gasto de varios billones de dólares.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha lanzado duras advertencias sobre el techo de la deuda, afirmando que un impago de EE. UU. provocaría una amplia pérdida de empleos y podría desencadenar una recesión económica. Estados Unidos podría entrar en suspensión de pagos a mediados de octubre, ha advertido Yellen a los congresistas.
«EE. UU. nunca ha entrado en suspensión de pagos. Ni una sola vez», escribió Yellen en un reciente artículo de opinión en el Wall Street Journal. «Hacerlo probablemente precipitaría una crisis financiera histórica que agravaría el daño de la continua emergencia de salud pública».
Pero el jueves, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), adoptó un tono optimista durante una conferencia de prensa y dijo que el Congreso no permitirá que la financiación del gobierno expire la próxima semana.
«Mantendremos nuestro gobierno abierto el 30 de septiembre, que es nuestra fecha, y continuaremos el diálogo sobre el techo de la deuda, pero no por mucho tiempo», dijo el jueves a varios periodistas. «Tendremos una [resolución continua] que se aprobará en ambas cámaras antes del 30 de septiembre», dijo.
La presidenta añadió que su bancada «elaboró este proyecto de ley de forma muy bipartidista y cuando añadimos el techo de la deuda es cuando» el asunto se volvió partidista. «No creemos que sea realmente un problema aprobar la legislación [de gastos]», dijo Pelosi.
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