Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca el 25 de enero, el Coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que China no ha sido «totalmente transparente» sobre las cifras del COVID. «Y no podemos hablar de la veracidad de esas cifras. Instamos a China a ser totalmente transparente sobre lo que está pasando».
Bajo la creciente presión internacional para que comparta los datos sobre el COVID-19, el régimen chino informó de casi 60,000 muertes relacionadas con el COVID-19 en hospitales entre el 8 de diciembre y el 12 de enero, un salto masivo respecto a informes anteriores. Sin embargo, la nueva cifra arroja dudas sobre el número real de muertes por COVID-19 en China, ya que excluye las muertes que se producen en el hogar, y algunos médicos han dicho que las autoridades no quieren que pongan COVID-19 como causa de muerte en los certificados de defunción si había una enfermedad concurrente presente.
La cifra también contrasta con las imágenes y videos que inundan las redes sociales y que muestran hospitales y funerarias desbordados en todo el país.
The Epoch Times obtuvo documentos internos del régimen chino que muestran que durante el pico de la epidemia, entre el 18 de diciembre y principios de enero de 2023 en Nanjing, provincia de Jiangsu, el número de cremaciones diarias fue de 6 a 7 veces superior a la media mensual comunicada anteriormente. La industria funeraria de Nanjing mantiene en secreto las cifras reales.
Cifras cuestionadas
Los medios de comunicación internacionales han observado que en muchos lugares se ha disparado el número de registros de hogares cancelados (la ley china exige que el pariente más próximo cancele el registro del hogar de una persona fallecida), y el aumento de muertes en zonas rurales ha disparado la venta de ataúdes. Las funerarias han instalado más hornos crematorios.
Un estudio del Epoch Times sobre 10 provincias y grandes ciudades descubrió que más de 30 funerarias publicaron licitaciones para hornos crematorios, urnas para cenizas, furgonetas para transportar cadáveres y frigoríficos, solo en las últimas tres semanas.
«Debido al fuerte aumento del negocio, necesitamos comprar urgentemente dos máquinas de clasificación de cenizas y equipos de posprocesamiento», decía un anuncio publicado el 19 de enero por la funeraria Huzhou, en la provincia de Zhejiang, situada al sur de Shanghái.
Las funerarias locales han gastado millones de yuanes (6.78 yuanes = 1 dólar) en comprar más cámaras frigoríficas para almacenar los cadáveres, grandes camiones para transportarlos y hornos crematorios, desde principios de diciembre del año pasado, cuando el COVID-19 aumentó repentinamente en todo el país, según Reuters.
Wang Ning, que trabaja en el sistema médico y sanitario de Jiangsu, declaró a Radio Free Asia que, desde principios de diciembre del año pasado, el número de personas a las que se ha cancelado el registro de sus hogares se ha multiplicado por 3 o por 5 con respecto al año anterior, y la cifra es aún mayor en las ciudades más pequeñas. «Algunos de mis amigos son funcionarios y tienen que gestionar la cancelación del registro de hogares, y el número triplica al habitual. He oído algunos datos relevantes de empresas funerarias de otros lugares, y las cifras son casi cuatro o cinco veces».
La BBC reportó que los fabricantes de ataúdes de la provincia septentrional de Shanxi afirmaron que han estado muy ocupados y no han tenido descanso en los últimos meses. A veces los ataúdes incluso se han agotado y la gente en el negocio funerario ha estado «ganando una pequeña fortuna», según un cliente.
La BBC también reportó que, cuando circulaban por la carretera en el campo, observaron muchos montículos de tierra fresca con banderas rojas. Un granjero que pastoreaba cabras confirmó que todas eran tumbas nuevas: «Las familias han estado enterrando aquí a ancianos después de morir. Hay demasiadas».
Indicios de una cifra de muertos mucho mayor
En un artículo del 26 de enero para la edición en chino de The Epoch Times, el columnista Zhou Xiaohui describió algunos indicadores de la enorme cifra de muertos. Señaló que las autoridades locales han hecho pedidos de decenas de millones de bolsas para cadáveres, como muestran los posteos en las redes sociales desde el 8 de enero.
Citó un posteo de una empresa llamada Changzhou Hiking Outdoor Products, que reveló que la Oficina de Asuntos Civiles y los gobiernos locales han estado ordenando un gran número de bolsas para cadáveres. Un pedido fue de 30 millones de bolsas, y la entrega se exigía en un plazo de dos semanas.
Zhou dijo que, según los datos públicos sobre empresas relacionadas con los funerales en China, el número de nuevos registros de empresas alcanzó su punto máximo en 2021 con 16,800, un aumento interanual del 16.11 por ciento. En los tres primeros meses de 2022, el número de registros de empresas relacionadas con funerarias fue de 4397, un aumento interanual del 30.7 por ciento. No se dispone de datos posteriores.
Zhou escribió: «El Partido Comunista Chino (PCCh) no se atreve a publicar el número de bolsas para cadáveres encargadas por sus Oficinas de Asuntos Civiles y gobiernos locales, las ventas totales de las empresas de ataúdes en los últimos tres años, ni a explicar las razones del fuerte aumento en el registro de empresas relacionadas con funerarias en los últimos tres años. Lo que hay detrás de todo esto es que el PCCh está encubriendo el enorme número de muertos».
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