La Administración del presidente electo Joe Biden dará a conocer al público los registros de visitas de la Casa Blanca, dijo una portavoz a finales del viernes.
«Para mayor claridad, la Administración Biden-Harris volverá a la política de publicar los registros de visitas de la Casa Blanca. También es cierto que los visitantes estarán limitados durante algún tiempo porque la seguridad durante la pandemia es la máxima prioridad», dijo Jen Psaki, la secretaria de prensa entrante de la Casa Blanca, en una declaración.
Psaki emitió la declaración después de que Mike Lindell, el CEO de MyPillow, dejara la Casa Blanca tras reunirse con el presidente Donald Trump. Lindell tenía notas misteriosas que incluían las palabras «ley marcial si es necesario».
La portavoz de Biden dijo que no esperaba que Lindell estuviera en la Casa Blanca durante la nueva Administración.
Antes del viernes, ella se había negado a responder directamente cuando se le preguntó si la Administración Biden publicaría los registros de visitas.
La Administración de Trump anunció en 2017 que mantendría en secreto los registros de quienes visitaron la Casa Blanca. La decisión se debió a «los graves riesgos para la seguridad nacional y las preocupaciones por la privacidad de los cientos de miles de visitantes anualmente», dijo un portavoz de la Casa Blanca en ese momento.
Los presidentes anteriores al presidente Barack Obama tenían políticas similares.
La Casa Blanca de Obama publicó los registros de visitantes, incluso después de que un tribunal dictaminara que los registros podían ser protegidos de la vista del público. El fallo del tribunal se produjo después de que el grupo de control Judicial Watch buscara los registros de acceso de la mayor parte de 2009. El esfuerzo de Judicial Watch se debió a que ese período de tiempo fue antes de que la Administración de Obama publicara los registros. Los registros de la Administración de Obama todavía están disponibles en internet.
Un tribunal de apelaciones el año pasado afirmó que la Administración Trump podría mantener protegidas las identidades de los visitantes tanto de la Casa Blanca como del resort Mar-a-Lago de Trump en Florida.
«La divulgación obligatoria de los registros de visitantes afectaría la capacidad del presidente para recibir asesoramiento sincero y sin restricciones de asesores y líderes externos, tanto nacionales como extranjeros, que fueran conscientes de que sus visitas a la Casa Blanca estarían sujetas a la divulgación pública», declaró el tribunal.
En otro caso, la Casa Blanca llegó a un acuerdo con grupos y publicó algunos registros relativos a varias agencias federales.
En un tuit de 2019, Psaki, una portavoz de la Casa Blanca durante la Administración de Obama, dijo que la publicación de los registros era «un dolor de cabeza en ese momento, pero bueno para la democracia».
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