El gobierno de Biden descartó el miércoles designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras. El pronunciamiento se dio luego del secuestro de cuatro estadounidenses que provocó dos muertes cerca de la frontera entre Estados Unidos y México.
«Designar a estos cárteles como [organizaciones terroristas extranjeras] no nos otorgaría ninguna autoridad adicional que realmente no tengamos en este momento», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa con periodistas. «Estados Unidos cuenta con poderosas autoridades sancionadoras específicamente designadas para combatir a las organizaciones de narcotraficantes y a las personas y entidades que las posibilitan. Por lo tanto, no hemos tenido miedo de utilizarlas”.
La Casa Blanca está en contacto con las familias de los ciudadanos estadounidenses que fueron secuestrados o asesinados en México en un incidente internacional de alto perfil que provocó la respuesta del FBI y de las principales fuerzas del orden público mexicanas, dijo Jean-Pierre.
En una sesión informativa del miércoles, Jean-Pierre dijo que la administración ha hablado con las familias de las víctimas, pero no ofreció muchos detalles. No está claro si el presidente Joe Biden habló personalmente con las familias.
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para identificar, encontrar y responsabilizar a los responsables de este ataque, y continuaremos trabajando en coordinación con el gobierno mexicano”, dijo. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, agregó, ha sancionado a empresas e individuos mexicanos en relación con el narcotráfico y los cárteles en los últimos meses.
En octubre de 2022 y el mes pasado, la agencia sancionó a miembros del poderoso cártel de Sinaloa que presuntamente son parte del comercio de fentanilo y metanfetamina de la organización. La semana pasada, la agencia apuntó a las empresas mexicanas vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación, conocido como CJNG, con nuevas sanciones, según un comunicado de prensa.
El CJNG en algunas áreas “se ha involucrado mucho en el fraude de tiempo compartido, que a menudo tiene como objetivo a los ciudadanos estadounidenses”, dijo el departamento. “Este delito, que puede defraudar a las víctimas con los ahorros de toda su vida, da como resultado otra importante fuente de ingresos para el cártel y fortalece su empresa criminal en general. La acción de hoy expone este esquema del CJNG y también sirve como una advertencia para las posibles víctimas, muchas de las cuales son personas mayores”.
La respuesta de Jean-Pierre sobre las estrategias de la administración Biden contra los cárteles se produjo a raíz de un incidente violento que ocurrió en Matamoros, México, una población que se encuentra justo al sur de Brownsville, Texas. Cuatro estadounidenses fueron secuestrados y dos de ellos fueron asesinados después de cruzar la frontera para recibir tratamiento médico, según informaron las autoridades estadounidenses y mexicanas.
Varias agencias estadounidenses, incluido el FBI y el Departamento de Estado, emitieron alertas después de que los cuatro fueran secuestrados por individuos armados. La minivan de los cuatro estadounidenses se estrelló y recibió disparos poco después de que cruzaran a la ciudad fronteriza de Matamoros el viernes pasado cuando las facciones del cartel de la droga arrasaban las calles, dijo el gobernador de la región.
Fueron encontrados el martes en una choza de madera, custodiada por un hombre que fue arrestado, en una zona rural al este de Matamoros llamada Ejido Tecolote camino al golfo llamado “Playa Bagdad”, según el fiscal jefe del estado, Irving Barrios.
Los estadounidenses sobrevivientes fueron llevados de regreso a suelo estadounidense el martes en Brownsville, el extremo sur de Texas y justo al otro lado de la frontera con Matamoros. El convoy de ambulancias y camionetas fue escoltado por Humvees militares mexicanos y camiones de la Guardia Nacional con ametralladoras montadas.
Un familiar de una de las víctimas dijo el lunes que los cuatro habían viajado juntos desde las Carolinas para que uno de ellos pudiera hacerse una cirugía estética de abdomen con un médico en Matamoros.
El gobernador dijo que el estadounidense herido, Eric Williams, había recibido un disparo en la pierna izquierda y que la herida no ponía en peligro su vida. “Es un gran alivio”, dijo Robert Williams, hermano de Eric, de 38 años. “Espero verlo de nuevo y poder hablar con él”. Williams dijo que no estaba seguro si la otra sobreviviente, Latavia Burgess, era la que quería hacerse la cirugía.
Zindell Brown, uno de los estadounidenses asesinados, había dicho que ir a México le preocupaba. Brown les dijo en repetidas ocasiones a los demás: «No deberíamos bajar», declaró su hermana a los medios de comunicación.
Con información de Associated Press.
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