Los progresistas del Partido Demócrata quieren lograr cero emisiones pasando por todas las energías renovables y nucleares.
Algunas de las prioridades climáticas de Biden están en el proyecto de ley bipartidista, que puede obtener suficientes votos republicanos para aprobarse en el Senado, pero muchas otras deberán estar en un proyecto de ley distinto destinado a la conciliación presupuestaria. El proceso de conciliación presupuestaria permitirá que los demócratas aprueben la legislación sin ningún apoyo republicano.
El memorándum fue enviado por la asesora nacional sobre el clima, Gina McCarthy, y la asesora principal, Anita Dunn.
Las prioridades climáticas en el proyecto de ley distinto de infraestructura incluyen otorgar exenciones de impuestos a las empresas y consumidores que inviertan en tecnologías de energía limpia, y “enviar una señal de mercado que haga que la inversión privada adicional salga de los márgenes y modernice nuestra red eléctrica a través de un estándar de eficiencia energética y electricidad limpia».
McCarthy y Dunn dicen que se necesitarán 10 mil millones de dólares para «movilizar a la próxima generación de trabajadores de la conservación y la resiliencia» y el proyecto de ley ampliará también los créditos fiscales por energía limpia.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo que cree que el proyecto de ley de infraestructura bipartidista podría aprobarse en el Senado, pero los republicanos no apoyarán el proyecto de ley más amplio dado el impacto en la deuda nacional.
«Hay una parte de este, 1 billón de dólares, con la que tenemos la oportunidad de seguir adelante de forma bipartidista», dijo McConnell el 8 de julio durante un discurso ante la cámara de comercio de Kentucky. Sin embargo, señaló que los demócratas planean gastar hasta 5 billones de dólares en total.
«Planean venir con una propuesta de conciliación más para terminar el resto de lo que les gustaría hacer, que incluirá 3.2 billones de dólares en aumentos de impuestos», dijo McConnell y agregó que los demócratas quieren aumentar la tasa de impuestos corporativos del 21 por ciento al 28 por ciento y planean aumentar el impuesto a las ganancias de capital, a los cuales se opone el Partido Republicano.
“Y si queda algo para llegar a los 5 billones de dólares, también lo agregarían a la deuda nacional. Entonces, permítanme resumirlo diciendo que esto va a ser una batalla increíble”, agregó McConnell. “Esta es una batalla que vale la pena tener, esto no es lo correcto para el país. No creo que tengan un mandato para hacerlo. Y todo esto se va a desarrollar aquí en las próximas semanas. Primero, tendremos una idea de si el proyecto de ley de infraestructura se concreta y puede aprobarse de forma bipartidista, y luego, en segundo lugar, nos enfrentaremos a este otro paquete que ellos no tendrán margen de error para aprobar en un Senado 50-50″.
Durante una entrevista el 7 de julio con MSNBC, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, elogió el paquete de infraestructura bipartidista, pero dijo que si los miembros del Partido Republicano no votan a favor de las prioridades climáticas y las disposiciones de infraestructura más amplias en un proyecto de ley distinto, los demócratas usarán la conciliación para impulsarlo.
“Nuevamente, este marco de infraestructura bipartidista representa la mayor inversión que hemos visto en generaciones en infraestructura estadounidense de muchas maneras, en muchos temas, la mayor inversión en la historia de Estados Unidos, pero sabemos que tenemos que hacer más y si tenemos que hacer esa parte, sin votos republicanos, que así sea”, dijo Buttigieg.
Además de aclarar la intención de la Casa Blanca de utilizar el proceso de conciliación presupuestaria, McCarthy y Dunn elogiaron también el proyecto de ley de infraestructura bipartidista.
“El Marco de referencia contiene inversiones transformadoras en energía limpia, agua e infraestructura energética, resiliencia climática y más”, dice el memorándum. “El Marco de referencia incluye también la inversión federal más grande en la historia para modernizar y expandir las redes de tránsito y ferroviarias en todo el país, lo cual mejoraría el acceso al transporte sostenible y reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero”.
El acuerdo bipartidista hace enormes inversiones en infraestructura de agua limpia, eliminando la «contaminación heredada» al recuperar las minas de carbón abandonadas y el cierre de pozos de petróleo, invirtiendo en el transporte público y la red eléctrica. El memorándum dice que el proyecto de ley bipartidista también destinará miles de millones a la prevención de desastres relacionados con el cambio climático, como incendios forestales, y creará “una Autoridad de Financiamiento de Infraestructura única en su tipo que aprovechará miles de millones en transporte limpio y energía limpia, agua, recursos energéticos distribuidos y remodelaciones de edificios residenciales, comerciales y municipales».
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