La Administración del presidente Joe Biden ha respondido a las críticas de Elon Musk, designando al CEO de Tesla y posible propietario de Twitter como «multimillonario antisindical», mientras que destaca las ostensibles referencias a favor del trabajo de Biden.
Durante una reciente aparición en el programa «All-In Podcast», Musk dijo que Biden «no parece conseguir hacer muchas cosas», en contraste con la Administración de Trump, que, según él, es «eficaz en conseguir cosas».
Musk también se quejó de que la Administración de Biden «está simplemente demasiado capturada por los sindicatos, lo que no era el caso con [el presidente Barack] Obama».
Durante una reciente entrevista con «Fox Business», el portavoz de la Casa Blanca, Michael Gwin, respondió a los comentarios de Musk, alabando las cifras de creación de empleo y los proyectos de infraestructuras de Biden, al tiempo que se tomaba el tiempo para criticar la a menudo polémica relación de Musk con los sindicatos.
«Bajo el mandato del presidente Biden, nuestra economía ha vuelto a la vida con la creación de más de ocho millones de puestos de trabajo, la caída en picado del desempleo, un crecimiento económico que supera al de los países de nuestro entorno y una inversión histórica en carreteras, puentes, puertos y una red nacional de recarga de vehículos eléctricos», dijo Gwin. «Creo que eso es ‘hacer cosas’ por donde se mire, pero no nos sorprenda que un multimillonario antisindical busque cualquier oportunidad para presionar al presidente más prosindical y protrabajadores de la historia moderna».
Los comentarios de Gwin aluden a una larga y polémica historia de tensiones entre los organizadores sindicales y la empresa insignia de Musk, Tesla, que se ha resistido a la sindicalización durante todo su ascenso como empresa. Actualmente, Tesla es el único fabricante de automóviles estadounidense sin sindicato, aunque la perspectiva de formar un sindicato de Tesla ha surgido periódicamente en los últimos años. Musk se ha encontrado ocasionalmente en una situación problemática con la Junta Nacional de Relaciones Laborales, y en 2019 se le ordenó borrar un tuit sobre el tema después de que un juez de California dictaminara que sus declaraciones constituían «prácticas laborales injustas».
El tira y afloja entre el empresario sudafricano y la actual administración ponen de manifiesto el creciente distanciamiento de Musk con el partido demócrata, con el que el multimillonario mantenía antes buenas relaciones. Durante el gobierno de Obama, Musk mantuvo estrechos lazos con la Casa Blanca y «apoyó firmemente» esa administración. Aunque Musk formó parte brevemente de dos consejos asesores empresariales bajo el mandato del presidente Donald Trump, abandonó ambos puestos en junio de 2017 en protesta por la decisión de Trump de retirarse de los Acuerdos Climáticos de París.
Sin embargo, durante la era Biden, Musk se ha manifestado abiertamente sobre lo que considera el giro radical a la izquierda del partido demócrata.
«En el pasado voté por los demócratas, porque eran (en su mayoría) el partido de la bondad. Pero se han convertido en el partido de la división y el odio, así que ya no puedo apoyarlos y votaré a los republicanos», escribió Musk en Twitter el miércoles.
Con el último cruce de declaraciones de Musk con representantes de la Casa Blanca, sigue distanciándose del partido demócrata, provocando la ira y las críticas de antiguos aliados.
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