El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, reafirmó que la posición oficial de la administración Biden es que no se está produciendo un genocidio mientras civiles palestinos en Gaza siguen muriendo en el enfrentamiento Israel-Hamás.
«No creemos que lo que está sucediendo en Gaza sea un genocidio», dijo Sullivan a los periodistas el 13 de mayo. «Hemos dejado constancia de que rechazamos esa propuesta».
Cuando se le preguntó sobre los criterios que Estados Unidos estaba utilizando para llegar a esa conclusión, Sullivan dijo que estaban utilizando «los términos internacionalmente aceptados para genocidio, que incluyen un enfoque en la intención». Refirió a los periodistas al análisis legal que Estados Unidos presentó ante la Corte Internacional de Justicia para obtener una explicación más detallada de esa posición.
Las Naciones Unidas (ONU) definen el genocidio como una serie de actos “cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Los actos específicos mencionados incluyen matar a miembros de un grupo, causar «daños corporales o mentales graves» a miembros de ese grupo, imponer deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física total o parcial de un grupo e «imponer medidas destinadas a impedir nacimientos dentro del grupo”.
La definición de la ONU también señala que debe demostrarse la intención de destruir físicamente a ese grupo, lo que, según la Oficina de Prevención del Genocidio de la ONU, es el elemento más difícil de determinar. La destrucción cultural y la intención de simplemente dispersar a un grupo, afirma la oficina, no son suficientes, pero el genocidio podría declararse contra sólo una parte de uno de los cuatro grupos, siempre que esa parte sea identificable y «sustancial», así como dentro de un área geográficamente limitada. Los grupos políticos también están exentos de esta convención.
El Sr. Sullivan dijo a los miembros de la prensa el 13 de mayo que Estados Unidos considera esta guerra como una guerra entre el Estado de Israel y Hamás. La misión de Israel es derrotar a Hamás y llevar a su líder, Yahya Sinwar, ante la justicia, mientras que la misión de Hamás, dijo, “es aniquilar a Israel y matar a tantos judíos como puedan”.
La administración diferenció entre Hamás y los civiles palestinos, quienes, según Sullivan, han estado “en el infierno” desde que Hamás rompió el alto el fuego anterior y comenzó la guerra el 7 de octubre de 2023, cuando atacó el sur de Israel, matando a unas 1200 personas y tomando más de 200 rehenes.
«La muerte y el trauma que han sufrido son inimaginables», dijo. “Su dolor y sufrimiento son inmensos. Ningún civil debería pasar por eso”.
El Sr. Sullivan también dijo que la administración considera que Israel tiene “una carga inusual, incluso sin precedentes, al librar esta guerra”. Señaló a Hamás por poner a civiles inocentes en el fuego cruzado al utilizar hospitales, escuelas y otras instalaciones civiles con fines militares, así como por construir su red de túneles militares debajo de áreas civiles.
Sin embargo, dijo que la administración Biden siente que esas circunstancias no “disminuyen la responsabilidad de Israel de hacer todo lo posible para proteger a civiles inocentes”. Reafirmó el impulso de la administración para brindar asistencia humanitaria en toda la Franja de Gaza y al mismo tiempo cumplir con sus compromisos con la defensa de Israel, a pesar de retener «ciertas armas ofensivas», como bombas que, según dijo, podrían usarse para una ofensiva en la ciudad de Rafah.
El Sr. Sullivan reafirmó la posición de la administración contra el lanzamiento de una operación militar a gran escala en el corazón de Rafah.
«La presión militar es necesaria pero no suficiente para derrotar completamente a Hamás», afirmó. “Si los esfuerzos militares de Israel no van acompañados de un plan político para el futuro de Gaza y del pueblo palestino, los terroristas seguirán regresando e Israel seguirá bajo amenaza. Estamos viendo que esto sucede en la ciudad de Gaza”.
La administración está hablando con Israel sobre cómo conectar las operaciones militares con “un final estratégico claro” y una “estrategia holística integrada” para asegurar la derrota duradera de Hamás y una mejor alternativa para el pueblo palestino.
Mientras tanto, Sullivan dijo que la administración Biden continúa trabajando para asegurar un acuerdo que permita la liberación de los rehenes restantes y destacó que “podría haber un alto el fuego mañana” si Hamás libera a mujeres, heridos y ancianos rehenes.
«El mundo está pidiendo un alto el fuego», afirmó. “Quienes lo estén haciendo deberían acudir a Hamás y decirle: ‘Vengan a la mesa y trabajen hasta que lleguemos a un acuerdo'».
“No puedo predecir cuándo sucederá. Puedo decirles que seguimos comprometidos a presionar a la diplomacia para lograr ese resultado en nombre de los rehenes estadounidenses y de todos los rehenes y en nombre de lograr una calma duradera en Gaza”.
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