La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo a los periodistas el martes que no tiene conocimiento de algún informe emitido por la oficina del director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, sobre la interferencia extranjera.
«No tengo conocimiento de algún informe que haya recibido» sobre eso, dijo, respondiendo a una pregunta de The Epoch Times.
Algunos se han preguntado si Ratcliffe proporcionará un informe sobre la posible interferencia electoral a nombre de un gobierno extranjero, como se describe en una orden ejecutiva de 2018 firmada por el presidente Donald Trump.
De acuerdo con la orden que firmó Trump, “a más tardar 45 días después de la conclusión de elecciones en Estados Unidos, el director de Inteligencia Nacional, en consulta con los jefes de cualquier otro departamento ejecutivo y agencia (agencias) apropiados, realizará una evaluación de cualquier información que indique que un gobierno extranjero, o cualquier persona que actúe como agente o en nombre de un gobierno extranjero, ha actuado con la intención o el propósito de interferir en esas elecciones”.
La orden también permite la imposición de “cualquier sanción recomendada” contra entidades extranjeras u otras que se cree que han interferido en las elecciones.
Estas sanciones podrían incluir «bloquear y prohibir todas las transacciones en la propiedad de una persona y los intereses en la propiedad sujeta a la jurisdicción de Estados Unidos», «la exclusión de los funcionarios de una entidad corporativa extranjera de Estados Unidos» y «cualquier otra medida autorizada por la ley», entre otras disposiciones, según la orden.
Pero desde que se firmó, se ha mencionado poco recientemente. Sidney Powell, quien presentó demandas relacionadas con las elecciones a favor de Trump, dijo a The Epoch Times a inicios de esta semana que Trump podría usar la orden.
Explicó que le podría dar a Trump “todo tipo de poder (…) para hacer de todo, desde embargar activos hasta congelar cosas, exigir la incautación de las máquinas”, en referencia a las máquinas de votación.
Mientras tanto, Russell Ramsland, autor de un informe forense (pdf) sobre los sistemas de votación en el condado de Antrim de Michigan, recomendó que Trump debería implementar disposiciones en la orden de 2018 luego de declarar las máquinas como un «problema de seguridad nacional». Dominion Voting Systems y la oficina de la secretaria de Estado de Michigan han refutado el informe de Ramsland.
La orden de Trump de 2018 agregó además: “En los últimos años, la proliferación de dispositivos digitales y comunicaciones con base en Internet han creado vulnerabilidades significativas y ha magnificado el alcance y la intensidad de la amenaza de interferencia extranjera, como se ilustra en la Evaluación de la Comunidad de Inteligencia de 2017. Por la presente declaro una emergencia nacional para hacer frente a esta amenaza».
A inicios de este mes, Ratcliffe dijo a Fox Business que las demandas relacionadas con las elecciones y otros problemas deben resolverse antes de que se pueda declarar al ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
“Esencialmente, tuvimos una votación universal por correo en todo el país de una manera que no habíamos visto antes, y hasta ese momento, casi el 73 por ciento de los estadounidenses este año votó antes del día de las elecciones, un buen porcentaje de ellos lo hicieron por correo», dijo.
«Eso es aproximadamente un 80 por ciento más que todo lo que hemos visto antes, por lo que no es de extrañar que veamos lo que está sucediendo en todo el país como resultado de eso, con votaciones por correo y todas las preguntas —y las preguntas que se plantean en las demandas y por los estadounidenses comunes sobre lo que sucedió en las elecciones”, dijo Ratcliffe.
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