La administración Biden propuso una norma que clasificaría esencialmente a cualquier estadounidense que venda armas como traficante de armas de fuego, endureciendo así las medidas de control de armas en el país.
En la actualidad, los particulares pueden dedicarse a la venta de armas de fuego con fines lucrativos sin tener que estar registrados como comerciantes de armas de fuego. La nueva normativa clasificaría la venta de armas como actividad comercial y exigiría que las personas que se dediquen a ella obtengan una licencia y se sometan a un control de antecedentes.
«Específicamente, la norma propuesta, si se finaliza, aclararía que se presumiría que una persona está ‘involucrada en el negocio’ de la venta de armas de fuego —y por lo tanto se le exigiría que se convirtiera en un comerciante de armas de fuego con licencia y que realizara comprobaciones de antecedentes— si cumple ciertas condiciones», dijo una declaración de la Casa Blanca el 31 de agosto.
Las normas serían aplicables si el individuo pone a la venta cualquier arma de fuego, pone a la venta armas de fuego repetidamente en los 30 días siguientes a su compra o si las armas de fuego eran nuevas en su embalaje original o si vende varias armas de fuego de la misma marca y modelo.
La Casa Blanca añadió que un antiguo comerciante de armas de fuego con licencia federal también entraría en la categoría si «vende armas de fuego que estaban en el inventario del negocio y no fueron transferidas a una colección personal al menos un año antes de la venta».
Según la propuesta, la definición de «comerciante de armas de fuego» sufrirá cambios.
«Un número cada vez mayor de personas que se dedican al negocio de la venta de armas de fuego con fines lucrativos optaron por no registrarse como titulares de licencias federales de armas de fuego, como exige la ley», declaró el director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del Departamento de Justicia, Steven Dettelbach.
«En lugar de ello, trataron de ganar dinero mediante la venta ilícita de armas de fuego fuera de los registros. Estas actividades socavan la ley, ponen en peligro la seguridad pública, crean cargas significativas para las fuerzas del orden y son injustas para los muchos comerciantes autorizados que hacen esfuerzos considerables para cumplir la ley.
«Las excepciones de la Ley de Control de Armas al requisito de licencia existen para permitir que todos los estadounidenses respetuosos de la ley ejerzan sus derechos amparados por la Segunda Enmienda, no para facilitar la evasión intencionada del sistema de comprobación de antecedentes. Esta nueva norma propuesta aclararía las circunstancias en las que una persona está «involucrada en el negocio» del comercio de armas de fuego y, por tanto, está obligada a obtener una licencia y cumplir las leyes que el Congreso estableció para los comerciantes de armas de fuego».
Los críticos censuraon la medida de control de armas de la Administración, y Gun Owners of America afirma que la normativa propuesta «reforzará aún más el registro ilegal de armas de la ATF y dificultará enormemente la venta de armas por particulares, obligándoles a convertirse en vendedores de armas o a ausentarse del trabajo para coordinar viajes (con posibles compradores de armas) para encontrar una armería».
Erich Pratt, vicepresidente senior de GOA, calificó la propuesta como «el siguiente paso en el largo libro de jugadas de los antiarmas para promulgar el registro universal de armas de fuego por la puerta de atrás y, finalmente, confiscar todas las armas de fuego. No pararán hasta ese día».
«Primero, dijeron cinco armas, pero ahora, cualquiera que venda una sola arma de fuego en un año determinado y obtenga aunque sea un centavo de ganancia estará sujeto a los requisitos del distribuidor, incluida una verificación de antecedentes».
El año pasado, el Congreso aprobó la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras (BSCA, por sus siglas en inglés) que amplió la definición de «dedicarse al negocio del tráfico de armas de fuego» para abarcar a todas las personas que «dediquen tiempo, atención y trabajo al tráfico de armas de fuego como actividad comercial o empresarial habitual para obtener predominantemente un beneficio».
Según la administración Biden, se considerará que una persona se dedica a la venta de armas de fuego si crea un sitio web o elabora tarjetas de visita para anunciar un negocio de armas de fuego; mantiene registros de los beneficios y pérdidas de la venta de armas; contrata un seguro comercial o alquila espacio en una feria de armas.
«Vacíos legales» en la venta de armas
En conjunto, las normas propuestas por el Departamento de Justicia pretenden acabar con el «vacío legal de las ferias de armas» o «vacío legal de Internet» en la legislación federal, afirma la Casa Blanca, refiriéndose a la venta de armas de fuego en ferias de armas o en mercados en línea por distribuidores sin licencia.
En la actualidad, la ley federal no obliga a los vendedores privados de armas de fuego sin licencia a comprobar los antecedentes de los compradores.
Esto incluye a las personas que tienen un arma que ya no necesitan y desean venderla a un familiar o a quienes compran/venden armas de fuego «de colección» como pasatiempo.
La BSCA «fue aprobada por el Congreso para reducir la violencia armada, entre otras cosas ampliando las comprobaciones de antecedentes que mantienen las armas fuera del alcance de los delincuentes», declaró el Fiscal General Merrick B. Garland.
«Esta norma propuesta aplica el mandato del Congreso de ampliar la definición de quién debe obtener una licencia y realizar una comprobación de antecedentes antes de vender armas de fuego».
En una declaración del 14 de agosto, la Rifle Association-Institute para la Acción Legislativa (NRA-ILA) señaló que antes de la BCSA, una persona sólo habría necesitado convertirse en titular de una licencia federal de armas de fuego (FFL) si su comercio reiterado de armas tenía un «objetivo principal» de «subsistencia y beneficio».
La BCSA eliminó el término «sustento», ampliando así quién necesitaría una licencia federal de armas de fuego para vender armas.
Ampliación del control de armas
Los defensores de la Segunda Enmienda predicen que las nuevas normas impulsadas por la administración Biden podrían ilegalizar las transferencias privadas de armas de fuego.
Aidan Johnston, director de Asuntos Federales de Gun Owners of America, dijo a The Epoch Times que conseguir una FFL y seguir las normas del gobierno es muy complicado. «No es tan sencillo como ‘consigue este libro y obtén esta licencia, y estarás bien'».
Mientras que quienes abogan por el control de armas defienden que salva vidas, el Sr. Johnston opina lo contrario.
Señala que los delincuentes ni siquiera se molestan en obtener licencias, llevar registros o realizar comprobaciones de antecedentes. «Esta ley sólo se aplicará a los propietarios de armas respetuosos con la ley. No va a salvar ni una sola vida».
En un discurso reciente, el presidente Biden utilizó el tiroteo del 26 de agosto en Jacksonville (Florida), en el que murieron tres personas de raza negra, para impulsar una regulación más estricta de las armas.
«Firmé la ley de seguridad de armas más importante en casi 30 años. Pero no debemos parar hasta prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad».
En marzo, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva que pretendía aumentar la comprobación de antecedentes previa a la venta de armas.
A pesar de que el gobierno de Biden tomó medidas más estrictas, la posesión de armas en Estados Unidos aumentó en los últimos dos años, según una encuesta realizada a principios de junio por Pew Research. En la encuesta, el 32 por ciento de los encuestados afirmó poseer un arma, frente al 30 por ciento del 2021.
El 72 por ciento citó la «protección» como principal razón para poseer un arma, muy por encima de otras razones como la caza, el tiro deportivo y la colección de armas.
La posesión de armas es más frecuente en las zonas rurales que en las urbanas. Mientras que el 20 por ciento de los encuestados en zonas urbanas poseía un arma, el 47 por ciento poseía armas de fuego en zonas rurales.
Con información de Michael Clements.
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