La Casa Blanca rechazó los llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a una moratoria en la distribución de las vacunas de refuerzo contra COVID-19, y la secretaria de prensa Jen Psaki los calificó de «falsa elección».
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó el miércoles a las naciones más ricas, entre ellas Estados Unidos, y a las empresas que controlan el suministro de vacunas, a que den prioridad a abordar el suministro de más dosis de vacunas contra COVID-19 a las naciones más pobres. Tedros dijo que esa medida es necesaria porque, aunque los países más ricos se vacunen completamente, el virus se propagará con frecuencia por las naciones más pobres y podría mutar para romper la protección de la vacuna.
Pero Psaki dijo que Tedros, con su declaración, está ofreciendo una «falsa elección» entre desarrollar vacunas de refuerzo y proporcionar vacunas a las naciones más pobres.
«Definitivamente creemos que es una falsa elección y que podemos hacer ambas cosas», dijo, y añadió que Estados Unidos ha donado más que cualquier otro país. «También en este país [tenemos] suficientes suministros para garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a una vacuna», añadió Psaki.
Estados Unidos, añadió, «tendrá suficiente suministro para asegurar que si la FDA decide que se recomiendan refuerzos para una parte de la población, también los proporcione», y las autoridades «creen que podemos hacer ambas cosas y que no necesitamos tomar esa decisión».
La noticia llega cuando Moderna, uno de los fabricantes de una vacuna de ARNm de dos tomas, proclamó que probablemente serán necesarias las vacunas de refuerzo. En el informe de resultados de la empresa, ésta dijo que cree que la llamada variante «Delta» dará lugar a un aumento de los casos posvacunación —o los casos de COVID-19 en personas que han sido vacunadas.
Según el gigante farmacéutico, «se han observado sólidas respuestas de anticuerpos de los candidatos existentes de Moderna contra COVID-19 en estudios de fase 2». En una presentación de resultados adjunta, la empresa dijo que los niveles de anticuerpos de la vacuna contra COVID-19 han disminuido con el tiempo, lo que hace necesaria una vacuna de refuerzo en el invierno.
«Creemos que el aumento de la fuerza de la infección resultante del Delta, la fatiga de la intervención no farmacéutica (NPI) y los efectos estacionales (el traslado al interior) conducirán a un aumento de las infecciones en los individuos vacunados», dijo la firma en una llamada de ganancias el jueves.
El consejero delegado de Moderna, Stephane Bancel, dijo el jueves por la mañana a Fox Business que la vacuna de refuerzo de la empresa podría estar disponible en un futuro próximo, pero subrayó que la empresa está «esperando un poco más de datos» sobre cuándo lanzarla.
«Ya hemos probado en humanos un refuerzo de la cepa sudafricana, el virus Beta, y hemos anunciado esta mañana que también estamos trabajando en el refuerzo delta, por lo que esos datos se reunirán en los próximos meses», señaló.
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