La Casa Blanca respondió a las críticas del Fiscal General William Barr el 13 de febrero, después de decir que el presidente Trump estaba haciendo «imposible» que él hiciera su trabajo, al tuitear constantemente sobre los casos penales del Departamento de Justicia.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo en una declaración compartida en Twitter por ABC que el presidente no había perdido la confianza en el fiscal general y que no se había dejado llevar por los comentarios que hizo.
«Al presidente no le molestaron en absoluto los comentarios y tiene el derecho, como cualquier ciudadano estadounidense, de ofrecer públicamente sus opiniones», dijo Grisham.
“El presidente Trump usa las redes sociales de manera muy efectiva en la lucha por el pueblo estadounidense contra las injusticias en nuestro país, incluidas las noticias falsas. El presidente tiene plena fe y confianza en que el Fiscal General Barr haga su trabajo y cumpla con la ley”.
Los comentarios de la administración Trump se produjeron después de que Barr diera una entrevista a ABC News el jueves, en la que dijo: «Creo que es hora de dejar de twittear sobre casos criminales del Departamento de Justicia».
Barr hizo los comentarios después de que el presidente Trump tuiteó varias veces esta semana sobre las duras recomendaciones de sentencia que los fiscales federales buscaban contra su antiguo ayudante de campaña, Roger Stone.
Los fiscales le pidieron a un juez que sentenciara a Stone a entre 7 y 9 años de cárcel, después de que fue declarado culpable el año pasado por siete cargos de obstrucción a una investigación del Congreso, por hacer numerosas declaraciones falsas al Congreso y por manipular testigos durante la investigación de Rusia.
Entre numerosos tuits que hacen referencia a la sentencia, Trump escribió: “Esta es una situación horrible e injusta. Los crímenes reales estaban del otro lado, ya que no les pasa nada. No puedo permitir este error judicial».
El Departamento de Justicia finalmente anuló a los fiscales que habían hecho la recomendación de sentencia más severa, sin embargo, el departamento dijo que la decisión de anular la recomendación de sentencia se hizo antes de los tuits de Trump.
Los fiscales Aaron Zelinsky (pdf), Jonathan Kravis (pdf), Adam C. Jed (pdf) y Michael Marando (pdf) posteriormente presentaron notificaciones el 11 de febrero para retirarse del caso.
En consecuencia, se plantearon preguntas sobre si Barr había intervenido o no en el caso, en nombre de Stone, y si el propio Trump podría haber presionado directa o indirectamente al Departamento de Justicia.
Sin embargo, Barr dijo a ABC que las acciones del Departamento de Justicia no tenían nada que ver con el presidente o sus tweets y que tales declaraciones «sobre el departamento, sobre la gente del departamento, nuestros hombres y mujeres aquí, sobre los casos pendientes aquí, y sobre los jueces ante los que tenemos casos, hacen imposible que yo haga mi trabajo y que asegure a los tribunales y a los fiscales y al departamento que estamos haciendo nuestro trabajo con integridad».
“Soy responsable de todo lo que sucede en el departamento. Pero de lo que tengo la mayor responsabilidad es de los problemas que se me presentan para tomar una decisión y tomaré esas decisiones en función de lo que creo que es lo correcto, y no voy a ser intimidado o influenciado por nadie, ya sea el Congreso, las juntas editoriales de los periódicos o el presidente», continuó Barr.
«Voy a hacer lo que creo que es correcto y no puedo hacer mi trabajo, aquí en el departamento, con constantes comentarios de fondo que me socavan».
Stone fue condenado en noviembre por manipular a un testigo y obstruir la investigación de la Cámara sobre si la campaña de Trump se coordinó con Rusia durante las elecciones de 2016. Está previsto que sea condenado la semana que viene.
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