La ciudad de Nueva York tiene un plan para eliminar paulatinamente los pasaportes de la vacuna COVID-19 y los mandatos en las próximas semanas, dijo el miércoles el alcalde Eric Adams.
«No puedo esperar a hacerlo… No voy a adelantarme a la ciencia porque estoy listo para superar todo esto y volver a un nivel de normalidad», dijo Adams en respuesta a una pregunta sobre si su oficina eliminará gradualmente los pasaportes de vacunas.
El alcalde demócrata no proporcionó un fecha específica sobre cuándo se anularán los pasaportes de vacunación. Sin embargo, el comentario de Adams fue el más definitivo que ha hecho sobre la eliminación del sistema, que entró en vigor en septiembre de 2021 bajo la administración del exalcalde Bill de Blasio.
Hace varios días, Adams también señaló que quería eliminar el sistema de pasaportes, que afecta a restaurantes, gimnasios, teatros y lugares similares, cuando respondió a una pregunta sobre la superestrella de los Nets de Brooklyn, Kyrie Irving, que no está vacunado contra el COVID-19 y, como resultado, no puede jugar en Brooklyn o incluso entrar en el Barclays Center.
«Creo que es injusto, y no estoy seguro si un fan de Boston haya creado esta regla, no lo sé. Estoy muy, muy receloso de enviar un mensaje equivocado», dijo Adams. «Tener esta ciudad cerrada de nuevo me quita el sueño. El mandato se puso en marcha, empezar a cambiarla ahora enviaría mensajes contradictorios. Así que estoy lidiando con esto, para ser honesto».
Los comentarios de Adams se producen después de que varias ciudades y municipalidades hayan optado por eliminar sus pasaportes de vacunas. El miércoles, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, anunció que a partir del 28 de febrero se eliminarán los requisitos de mascarillas y vacunas para determinados lugares.
«Gracias a su cumplimiento, hemos podido mantener a la gente a salvo, aumentar nuestras tasas de vacunación y mantener nuestra economía abierta», dijo.
Después de casi dos años de normas estrictas, varios estados gobernados por demócratas, como Nueva Jersey, Delaware, Connecticut y Nueva York, empezaron a relajar los mandatos de vacunación y el uso de mascarillas, lo que hizo especular con que esas decisiones estaban alimentadas por un aumento del rechazo público hacia ellos.
«Cuando se utiliza la palabra ‘política’, no estoy seguro de que sea eso. Simplemente creo que, a nivel local, hay un fuerte sentimiento de necesidad de volver a la normalidad», dijo el asesor para el COVID-19 de la Casa Blanca, Anthony Fauci, durante una entrevista el 15 de febrero sobre si la política jugó un papel en la toma de decisiones. «Ahora bien, si se examina la ciencia, quiero decir que la dirección va en el sentido correcto. ¿Estamos en ese punto ya en todos los lugares del país? No lo creo».
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