El alcalde de la Ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que la ciudad ha liberado a unos 900 reclusos en respuesta a la pandemia viral.
El alcalde confirmó el acontecimiento el martes en una rueda de prensa, añadiendo que otro miembro del departamento correccional de la Ciudad de Nueva York murió a causa de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh).
De Blasio dijo que los reclusos fueron liberados de las cárceles de la ciudad debido a la preocupación de que pudieran contraer el virus del PCCh.
Él anunció la semana pasada que la ciudad liberaría a cientos de presos no violentos. Aquellos acusados de crímenes violentos no podrán ser liberados.
«Es una dinámica muy complicada, es una que literalmente nunca hemos tratado antes», dijo de Blasio en una conferencia de prensa la semana pasada. «Estoy escuchando todos los aportes (…) Pero quiero dejar muy claro que yo estoy tomando las decisiones finales, tomando los consejos de todas estas diferentes fuentes y haciendo lo que creo que es lo correcto para esta ciudad», comentó.
Su plan fue criticado por los fiscales de la Ciudad de Nueva York.
Los fiscales de distrito del Bronx, Brooklyn, Manhattan, Staten Island y Queens, así como la fiscal especial de narcóticos Bridget Brennan, dijeron que de Blasio está usando un «proceso al azar» para identificar a los reclusos elegibles. Algunos delincuentes sexuales y aquellos declarados culpables de violencia doméstica pueden ser liberados.
«Apreciamos plenamente los riesgos únicos que el virus COVID-19 plantea en nuestras cárceles», escribieron los fiscales, según una carta obtenida por el Washington Examiner. «Al mismo tiempo, queremos dejar claro que las categorías de aquellos propuestos para ser liberados han incluido, en algunos casos, individuos que representan un alto riesgo para la seguridad pública».
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