Tras las protestas de la Plaza de Tiananmén llevadas a cabo 30 años atrás, el Partido Comunista Chino (PCCh) puso en marcha una campaña de educación patriótica a nivel nacional tendiente a inculcar el orgullo nacional y construir una generación de futuros comunistas leales al liderazgo del país. En medio de las protestas a favor de la democracia de Hong Kong, el régimen comunista chino está acelerando la campaña para impartir fervor nacionalista a través del adoctrinamiento, comenzando desde una edad muy temprana.
Los niños le juran lealtad al Partido
«No importa dónde haya nacido, la sangre de mi patria siempre fluye dentro de mí. No importa si estoy vivo o muerto, esto nunca cambiará. Por todo ello, me comprometo a amar a mi patria», afirmaban los niños siguiendo a su maestro, el cual le estaba haciendo un juramento a China y a su liderazgo. El juramento fue organizado durante una ceremonia de izamiento de la bandera en un jardín de infantes emplazado en el condado de Yongxiu bajo la jurisdicción de la ciudad de Jiujiang, en la provincia suroccidental de Jiangxi, el 25 de septiembre.
La escuela está organizando actividades de este tipo con la esperanza de inculcar en los niños el orgullo nacionalista y la lealtad al país y al Partido Comunista.
Video: Haciendo ondear banderas nacionales, los niños de un jardín de la ciudad de Jiujiang están organizados para jurar lealtad al país.
«El Gobierno les exige a las escuelas que sometan a nuestros hijos a educación y adoctrinamiento ‘rojos’ porque quieren cultivar sucesores del Partido Comunista», afirmó un padre, expresando su descontento ante tales actividades.
Sin importar cuánto se opongan los padres al adoctrinamiento rojo, no pueden hacer nada para sacar a sus hijos de un entorno educativo cargado de ideología. En muchos casos, tal adoctrinamiento de mentes tan jóvenes da lugar a que los niños desarrollen una cosmovisión radical, llegando a volverse incapaces de pensar de manera independiente.
«Mataré a los japoneses con una pistola», afirmó un niño pequeño que portaba una pistola de juguete de madera durante una actividad educativa para padres e hijos organizada por el jardín de infantes Jinshan de Jiangxi, el 1 de noviembre.
El PCCh ha estado cultivando el sentimiento de patriotismo y nacionalismo entre las generaciones jóvenes, impresionándolos con «la brutalidad de los invasores extranjeros» que ocuparon territorios chinos a lo largo de la historia.
«Nada positivo proviene de adoctrinar a los niños con sentimientos de odio a una edad tan joven», afirmó un padre, expresando su preocupación.
«[El Partido] simplemente educa a los niños pequeños de una manera sumamente engañosa y los incita a estar en contra de Japón, Estados Unidos e incluso de todo Occidente», comentó en línea un internauta chino el año pasado. «Quiere educarlos como un nuevo poder de los Bóxers y enardecer el odio hacia los países extranjeros», añadió, haciendo referencia a la rebelión de los Bóxers de fines de siglo (1899-1901), organizada por una sociedad secreta china conocida como «Los Bóxer” o los «Puños de la armonía y la justicia», que luchaban contra el colonialismo y el cristianismo.
Patriotismo: un curso obligatorio
A fines de octubre, durante una actividad llamada «Producción militar-civil» llevada a cabo en un jardín de infantes de Jiangxi, niños vistiendo uniformes del Ejército Rojo gritaban consignas patrióticas, tales como «un corazón rojo mira al sol y sigue al Partido». A los padres de los niños también se les pidió que usaran disfraces y actuaran como soldados, trabajadores y campesinos que «aran el campo, cultivan el grano y fertilizan los cultivos». La actividad estuvo dedicada a la campaña masiva del PCCh puesta en marcha durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-1945) cuando se alentaba a las tropas y a los civiles a trabajar de manera conjunta en los páramos de China para cultivar granos.
Video: actividad temática denominada «Producción militar-civil» llevada a cabo en un jardín de infantes de la provincia de Jiangxi.
En los jardines de infantes de toda China se organizan actividades similares. Los medios de comunicación oficiales del continente afirman que por medio de tales eventos, a los niños se les enseña cuán duro lucharon los héroes de la revolución proletaria «por la hermosa vida que disfrutan hoy, por transmitir excelentes tradiciones y dedicar su vida a la lucha sin fin de construir una patria más fuerte, próspera y hermosa».
Pero no todos están de acuerdo con esta educación. Un padre le dijo a Bitter Winter que la «educación patriótica extrema del PCCh es el adoctrinamiento forzado más malvado del mundo».
Una maestra que trabaja en un preescolar dijo que, en el pasado, les enseñaba a los niños canciones tradicionales, tales como «Lávense las manos» y «Vamos a cenar». «Pero este año es diferente; las canciones rojas se han vuelto obligatorias», se quejó la maestra. «Todos los jardines de infantes, privados o públicos, sin excepción, siguen las instrucciones del Comité Central del PCCh de enseñarles canciones rojas a los niños. Los Gobiernos, en todos los niveles, exigen que todas las escuelas les enseñen a los niños canciones patrióticas desde temprana edad. Esta es una política estatal».
Este artículo fue publicado originalmente en Bitter Winter, una publicación sobre libertad religiosa y derechos humanos en China.
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