La escasez de carne terminará dentro de 10 días, dice el secretario de Agricultura Sonny Purdue

Por Isabel van Brugen
07 de mayo de 2020 8:39 AM Actualizado: 07 de mayo de 2020 3:37 PM

La escasez de carne en los Estados Unidos podría terminar dentro de 10 días cuando las fábricas de carne empiecen a reabrir, dijo el secretario de Agricultura Sonny Purdue el 6 de mayo.

«Creo que hemos doblado la esquina», dijo Purdue el miércoles durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump.

Un número de las principales cadenas de supermercados en América han anunciado límites en la cantidad de carne que los clientes pueden comprar, citando la interrupción de la cadena de suministro impulsada por la pandemia y la amenaza de pánico al comprar dejando los refrigeradores de las tiendas vacíos.

Costco, Kroger y Albertsons anunciaron límites de compra después de que las principales plantas de procesamiento de carne se vieran obligadas a cerrar durante el brote de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh). Cientos de trabajadores han dado positivo por el virus en las principales plantas de procesamiento de carne.

A fecha del lunes, la capacidad de procesamiento de carne de vacuno y cerdo en los Estados Unidos se redujo en un 40 por ciento con respecto al año pasado, según Jayson Lusk, jefe del departamento de economía agrícola de la Universidad de Purdue, informó Associated Press.

Purdue aseguró a los estadounidenses que las plantas de carne deberían estar funcionando a plena capacidad en cuestión de días.

«Las veremos volver a funcionar. (…) diría que probablemente en una semana o 10 días estaremos de vuelta, totalmente de vuelta», dijo.

Después de que Trump firmara la semana pasada una orden ejecutiva invocando la Ley de Producción de Defensa para mantener abiertas las plantas de carne para asegurar un amplio suministro durante la pandemia, varias plantas de carne importantes que fueron cerradas temporalmente debido al brote comenzaron a reanudar sus operaciones.

El miércoles, el procesador de carne JBS USA reabrió parcialmente su planta de producción de carne de cerdo en Worthington, Minnesota, después de cerrar por más de dos semanas debido a un brote del virus del PCCh en la planta.

La instalación porcina de Worthington, que tiene más de 2000 empleados y procesa unos 20,000 cerdos por día, anunció que ha reabierto su «lado del matadero». El sindicato que representa a sus trabajadores dijo que ha estado trabajando para asegurar que se sigan las directrices de seguridad mejoradas (pdf) en la planta.

Smithfield Foods también reabrió su matadero de cerdos en Monmouth (Illinois) el sábado, después de un cierre de una semana, mientras que la instalación de la compañía en Sioux Falls, Dakota del Sur, dio sus primeros pasos hacia la reapertura el lunes después de haber estado cerrada durante más de dos semanas debido a un brote que infectó a más de 800 empleados.

Tyson Foods, con sede en Arkansas, también reanudó el lunes su «producción limitada» en su planta de procesamiento de carne de cerdo en Logansport, Indiana, donde cerca de 900 empleados dieron positivo por el virus.

Los trabajadores de procesamiento de carne son particularmente susceptibles al virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, porque típicamente se paran hombro con hombro en la línea y se congregan en vestuarios y cafeterías abarrotados.

«Es importante que los procesadores de carne de res, cerdo y aves (carne y aves de corral) en la cadena de suministro de alimentos continúen operando y cumpliendo órdenes para asegurar un suministro continuo de proteínas para los estadounidenses», escribió el presidente en la orden la semana pasada. «Sin embargo, los brotes de COVID-19 entre los trabajadores de algunas instalaciones de procesamiento han llevado a la reducción de la capacidad de producción de algunas de esas instalaciones».

Cuando se le preguntó si se están tomando suficientes medidas para proteger a los trabajadores de las fábricas de carne, Pence dijo durante la reunión del miércoles que la salud y la seguridad de los empleados, y asegurar que haya «fuerza en nuestro suministro de alimentos y que la gente vuelva al trabajo», son de igual importancia.

Tom Ozimek contribuyó a la elaboración de este artículo.


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