La familia china, según se describe en la «Historia de la piedra» (Hóng lóu mèng) de la dinastía Qing, es el resultado de un largo recorrido histórico. Sus códigos fueron firmemente establecidos a fines del período Zhou (siglo 11 – 256 a.C ).
Así es como debería ser la familia china según sus tradiciones:
La palabra china para familia es «jia», que generalmente significa el grupo familiar básico, los relacionados por sangre, matrimonio o adopción y a quienes viven y manejan sus finanzas en conjunto.
En una jia, los varones relacionados por sangre son los familiares más cercanos. Los hijos viven en casa de sus padres junto a sus esposas, las cuales son incorporadas a la familia desde afuera.
Los varones son miembros permanentes de la familia en la cual nacieron, y se espera que las mujeres se separaren de su familia natal. Por esta razón, a las mujeres se les asegura un lugar en la línea de patriarcado del esposo solo cuando dan a luz a un descendiente.
Las hijas son miembros de su jia solo mientras son solteras. Al llegar a cierta edad se casan y pasaban a formar parte de otra jia. Durante el ritual de la boda, la mujer rompe oficialmente los lazos con su patriarcado familiar y hace el voto de servir a la familia de su esposo, incluyendo a sus ancestros.
La jia comparte el espacio de vivienda y finanzas. Un varón, el patriarca de mayor edad, tiene la última palabra de autoridad en los asuntos de la familia. En la jia ideal, tres, cuatro y hasta cinco generaciones viven bajo un mismo techo.
Para escoger una carrera y una compañera, los hijos siguen obedientemente la dirección de sus padres; todos los miembros de la jia trabajan con un solo objetivo: sostener y agrandar el estatus y bienestar de la familia. Una jia multi-generacional puede crecer tanto, hasta llegar a ser muy complejo.
Para las mujeres y los niños, especialmente en las familias adineradas y numerosas pertenecientes a la elite, la jia es el centro y demarcación del mundo; y su bienestar, reputación y estatus depende, en gran parte, del éxito o fracaso que tienen los hombres fuera de sus límites.
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