La Fiscalía General de la República (FGR) de El Salvador ocupó con fines de expropiación bienes del expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), acusado de la presunta malversación de más de 183.6 millones de dólares de fondos estatales.
El Ministerio Público informó este jueves en sus redes sociales que «se ha incautado» un inmueble y tres vehículos. Además, señaló que se han «inmovilizado» dos cuentas bancarias propiedad del expresidente y que todo lo expropiado tiene un valor de más de 1.2 millones de dólares.
Agregó que con esta diligencia «se inicia el proceso para recuperar los fondos que fueron sustraídos al Estado de manera ilegal».
Según la Fiscalía, Sánchez Cerén se encuentra entre 18 personas que son acusadas por los delitos de peculado y lavado de dinero por la presunta malversación de más de 183.6 millones de dólares de fondos estatales.
Entre los procesados también se encuentran Manuel Melgar y Manuel Ayala, exsecretario privado de la Presidencia y el exdirector ejecutivo de la Presidencia, respectivamente.
Sánchez Cerén se encuentra en Nicaragua y el 30 de julio de 2021, el régimen de ese país, que lidera el sandinista Daniel Ortega, le otorgó la nacionalidad nicaragüense, con lo que no podrá ser extraditado para responder ante la Justicia.
El expresidente salvadoreño, de 78 años, profesor y excomandante guerrillero, es el segundo expresidente del país requerido por delitos de corrupción acogido por Ortega después de Mauricio Funes (2009-2014).
Además, el exmandatario es el cuarto presidente de la etapa democrática salvadoreña en tener una orden de captura en su contra por presunta corrupción.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.