La sociedad médica china reveló que más de 200 millones de ciudadanos chinos sufren de trastornos mentales, lo que equivale al 17.5 por ciento de la población adulta.
Hay una razón para este índice estadístico tan elevado.
Los peticionantes revelaron que las autoridades chinas detienen a muchas personas sanas en hospitales psiquiátricos como medio de represión y persecución. Como resultado, cuando los expertos médicos realizan encuestas utilizando datos de instituciones psiquiátricas y organismos médicos relacionados, parecería que hay un número inusualmente alto de personas con trastornos mentales en China.
Los peticionantes chinos son un grupo singular de ciudadanos que buscan reparación ante las instancias superiores chinas después de haber sido víctimas de la injusticia. Sin embargo, en lugar de investigar y remediar estos casos, las autoridades chinas tratan a los peticionantes como «factores que causan inestabilidad social», e intentan sofocarlos y silenciarlos de varias maneras.
Wang Shuying, una peticionante de la provincia de Hubei en China Central, le dijo a New Tang Dynasty –el otro medio de comunicación que junto con La Gran Época forman parte de EMG– que ella también fue retenida en un hospital psiquiátrico, pero que la mayoría de los pacientes que encontró allí eran personas sanas y racionales.
«Ofendieron al gobierno o a un funcionario local y muchos son peticionantes. Algunos fueron retenidos en el hospital por hasta ocho años», reveló Wang. «Las autoridades hospitalarias son muy hábiles para ocultar información porque están financiadas por el gobierno. Reciben 10.000 yuan ( alrededor de 1400 dólares) cada trimestre por cada paciente hospitalizado. El hospital siempre está lleno».
Wang también expuso que fue forzada a tomar medicamentos en el hospital, tanto en forma de pastillas como inyectables. «Cuando rechazaba las drogas, las enfermeras me ataban con sogas y me inyectaban a la fuerza la droga, la cual me mantenía despierta, sin poder comer y sintiéndome agitada. Era tan doloroso que muchas veces quise golpear mi cabeza contra la pared para suicidarme».
Otra peticionante, la Sra. Xiao de la ciudad de Chongqing, confirmó que los hospitales psiquiátricos obligan a los peticionantes a tomar medicamentos y les aplican inyecciones.
«Esto se usa para acosarlos e intimidarlos. Sé de al menos dos peticionantes que fueron retenidos en hospitales psiquiátricos y obligados a tomar medicamentos».
Se informó que un gran número de practicantes de Falun Dafa también están detenidos en hospitales psiquiátricos. Algunos quedaron discapacitados y otros enloquecieron como resultado de los abusos psiquiátricos que sufrieron. La Asociación Mundial de Psiquiatría emitió una declaración en 2004 en la que pedía a las autoridades chinas que pusieran fin inmediatamente a esas prácticas inhumanas.
Los datos públicos de la sociedad médica china indican que a finales de 2017, el número de chinos con trastornos mentales era de unos 243.26 millones. Esta cifra representa el 17.5 por ciento de la población y es mucho mayor que en otros países. Poniendo a Estados Unidos como referencia, el 5 por ciento de los adultos estadounidenses (mayores de 18 años) experimentan una enfermedad mental cada año. Además, entre las estadísticas chinas, los pacientes graves que requieren tratamiento superan los 16 millones, más del uno por ciento de la población adulta de China, lo cual también es un número significativamente grande.
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