Un legislador republicano advirtió el lunes que el mandato de la vacuna contra el COVID-19 para la Guardia Nacional posiblemente paralizará el servicio militar semanas después de que los funcionarios del Ejército anunciaran que unos 60,000 miembros no tendrán permiso para participar en sus funciones.
«El 30 de junio se cumplió el plazo arbitrario del secretario de Defensa, Lloyd Austin, para que los miembros de la Guardia Nacional y las Reservas reciban la vacuna COVID-19, a pesar del mandato del Congreso de que el Departamento de Defensa establezca procedimientos uniformes bajo los cuales los miembros del servicio puedan ser eximidos», escribió a Fox News el lunes por la mañana el representante Michael Waltz (R-Fla.), un boina verde retirado del Ejército, diciendo que si el mandato se aplica finalmente, la Guardia «se verá perjudicada» debido a la falta de personal.
«Hasta la fecha, aproximadamente 60,000 miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva siguen sin ser vacunados y la decisión pendiente de la Administración Biden podría castigar a los mismos miembros del servicio que han estado en la primera línea de la lucha contra esta pandemia», escribió.
En combinación con los escasos esfuerzos de reclutamiento, el «adoctrinamiento woke» y los mandatos, Waltz dijo que las fuerzas armadas estadounidenses «se están agotando» mientras el régimen chino se fortalece militarmente y ocurre el conflicto entre Rusia y Ucrania. Al mismo tiempo, Estados Unidos está a punto de entrar tanto en su temporada de huracanes, que generalmente comienza en agosto, como en la de incendios forestales, dijo el congresista.
«Dos cosas han cambiado desde que se implementó el mandato. En primer lugar, la vacuna ha demostrado que no detiene el contagio, sino que reduce los síntomas», escribió Waltz. «Segundo, decenas de miles de miembros de la Guardia Nacional y reservistas han expresado serias reservas sobre el desarrollo de emergencia de la vacuna».
Y añadió que «muchos de estos miembros del servicio ya han estado expuestos al COVID-19 y el proyecto de ley de defensa del año pasado pide específicamente al departamento que considere si las exposiciones anteriores inducen una protección sostenida de anticuerpos, que puede producir niveles de inmunidad similares a los de la vacuna».
A principios de este mes, el Ejército confirmó que 40,000 soldados de la Guardia Nacional y 22,000 de la reserva que no se vacunaron serán apartados de sus funciones.
«Los soldados que rechacen la orden de vacunación sin una solicitud de exención aprobada o pendiente están sujetos a acciones administrativas adversas, incluyendo la colocación de distintivos, la exclusión del servicio y las reprimendas oficiales», dijo un portavoz del Ejército en un comunicado.
Un estudio publicado en JAMA descubrió que al menos 22 miembros del servicio han sufrido efectos secundarios graves relacionados con la vacuna, incluida la inflamación del corazón. Mientras tanto, pocos miembros del servicio han recibido exenciones religiosas, ya que solo 20 han sido aprobadas en el Ejército y seis soldados de la Guardia Nacional han recibido la aprobación de sus exenciones religiosas.
Varios gobernadores republicanos han prometido no retirar a los soldados de la Guardia que sigan sin vacunarse. El año pasado, los gobernadores de Wyoming, Alaska, Iowa, Misisipi y Nebraska escribieron en una carta al Pentágono que las tropas no necesitan seguir la política militar federal.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Pentágono para pedirle comentarios.
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