La capital del Ecuador amaneció con tanquetas militares en las calles, comenzó el desalojo de la prensa del Palacio de Gobierno y crece la intriga respecto a qué pasará con la presidencia de Lenín Moreno, sucesor de Rafael Correa que es hoy su enemigo jurado; tanto que el expresidente y los legisladores leales a él piden la destitución de Moreno.
En medio de la protesta social que mantiene las carreteras cerradas, causó un muerto por atropellamiento y alrededor de 500 presos, principalmente por saqueos. Lenín Moreno se mantiene firme respecto a la eliminación de subsidios de la gasolina, que desató el descontento popular.
Pese a su rivalidad en las urnas, hoy la oposición de Moreno es la que denuncia el quiebre a la institucionalidad ejercida por sus presuntos coidearios, que buscan sacar a Moreno del poder para evitar a la justicia que persigue a Correa y todo su gabinete por vínculos al soborno y corrupción para financiar su campaña.
PanAm Post se comunicó con Felix Pilco, activista político y asesor del bloque de CREO, el partido encabezado por Guillermo Lasso, que fue el principal rival de Lenín Moreno en las elecciones presidenciales.
Rafael Correa dejó a Ecuador en una difícil situación económica al endeudarse más de lo que permite la Constitución. ¿Las medidas de Moreno están relacionadas con las acciones del expresidente?
Hace muchas décadas se debió haber tomado la decisión de eliminar el subsidio a los combustibles. Porque distorsiona la economía.
Lo que sucedió con Correa y su década de despilfarro y corrupción, fue que se agravó el problema fiscal. Se agravó el problema del financiamiento y se volvió insostenible seguir manteniendo las políticas de subsidios. Se debieron haber eliminado hace mucho tiempo.
La crisis actual sí es culpa del Gobierno de Correa, porque se sobreendeudó, aumentó el tamaño del Estado y era inviable seguir manteniendo las finanzas en el actual Gobierno, sin atacar los problemas fundamentales.
Antes de que iniciara la crisis en Ecuador, el expresidente Correa viajó a Cuba y a Venezuela ¿Esto es casualidad?
Para mí no es casualidad, es parte de una planificación que iba destinada a lo que está pasando hoy en día en Ecuador. Ellos están detrás del intento de golpe de Estado del que está siendo víctima el Gobierno actualmente.
Ciertamente los correístas han venido planificando esto con mucho tiempo de antelación. Hoy lo pusieron en práctica. Hay muchos recursos utilizados para movilizar a esa cantidad de gente y generar caos.
¿Quiénes están promoviendo las protestas en Ecuador y cuál sería su objetivo?
Las protestas están siendo promovidas por gente correísta, antes que nada. Debemos recordar que la semana pasada el bloque correísta estaba pidiendo al presidente de la Asamblea que convoque sesión extraordinaria para destituir al presidente.
Ellos lo que están impulsando es el caos institucional, que Lenin Moreno salga del Gobierno para ellos llamar a una Asamblea Nacional Constituyente con la esperanza de volver al poder. Y sobre todo evitar los juicios que están siendo llevados en contra de Rafael Correa y las principales autoridades que fueron parte de su gabinete. Este miércoles precisamente hay una audiencia donde se empieza el juicio contra Correa. Están tratando de evitar que eso se dé.
¿Quiénes están detrás de esto? ¡Los correístas! Hay mucho dinero producto del despilfarro y el robo que ocurrió durante la década pasada.
¿Una caída de Moreno permitiría el regreso de Correa al poder?
Hay dos escenarios, posiblemente sí, claro que sí, porque ellos lo que quieren es desestabilizar al país para que no sea inhabilitado Correa y pueda ser candidato, lo más pronto posible. Ciertamente el Ecuador tiene una población donde Rafael Correa tiene un voto duro que va desde el 25 al 30%, debido precisamente a que el correísmo planificó con bastante anterioridad lo que iba a suceder durante este periodo de gobierno, porque ellos ya sabían la crisis que se venía y ellos iban a utilizar ese discurso de que con Correa estábamos mejor para volver nuevamente a gobernar. Esto ya venía siendo planificado desde antes.
La otra posibilidad también es que quizás a los social cristianos les conviene destituir a Lenín Moreno para que suba una persona, que mucha gente dice que es cercana a los socialcristianos, el vicepresidente Otto Sonnenholzner, para poder ellos tener mayor control en las elecciones del 2021 y así garantizar la elección del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Podría ser. No descarto esa posibilidad.
Pero lo cierto es que hay que tomar en cuenta que existen recursos y apoyo de los correístas para desestabilizar al país. Más me voy por la primera línea. Quieren destituir a Moreno, para que Correa no sea inhabilitado y pueda participar en las próximas elecciones.
¿Las protestas promovidas por los correístas estarían relacionadas con los procesos judiciales en contra del expresidente y varios de sus exfuncionarios?
Tiene un alto componente, porque es para evitar precisamente de que sean judicializados y sentenciados los colaboradores y el mismo Rafael Correa dentro de los procesos que están siguiendo en Ecuador. Hay muchos intereses, muchos recursos que están siendo manejados para impulsar estas manifestaciones y esta anarquía que se está viviendo en el país.
¿Qué diferencia hay entre las protestas que se realizaban bajo el Gobierno Correa y las que ahora se realizan bajo el Gobierno Moreno?
Las fuerzas de seguridad en la época de Correa eran muy represivas, utilizaban la violencia de manera mucho más radical y a pesar de que hoy ciertos grupos tratan de dar la impresión de que actualmente se está llevando a cabo una represión bastante elevada, lo cierto es que tenemos militares y policías secuestrados por los grupos que están impulsando la desestabilización.
Aunque tengo la sensación de que las fuerzas armadas están comprometidas absolutamente en mantener la institucionalidad en el país.
Moreno fue vicepresidente de Correa. ¿Hay diferencias palpables a nivel ideológico entre ellos?
Hoy con el pasar de 2 años, se nota claramente que hay una diferencia profunda en los modelos que se están implementado en cada uno de los Gobiernos y su actitud, uno autoritario y el actual de reinstitucionalizar el país, se nota una diferencia.
Aunque el modelo económico no ha sido tan diferente sino hasta ahora que se tomaron estas medidas, en el resto de cosas, sí se nota una diferencia.
A pesar de que Lasso fue rival de Moreno en las elecciones, hoy respalda que siga en el poder. ¿Es necesario incluso como opositores defender que llegue a fin de término para evitar el quiebre institucional?
Lo responsable, lo democrático, lo republicano, es respetar la institucionalidad y no dar cabida a aquellos golpistas que quieren generar el caos en el país, una lección que tiene que dar la oposición al Ecuador y al mundo, es de que somos respetuosos de los procesos democráticos. Impulsar la destitución del Gobierno sería hacerle el juego a los correístas y dar un mal ejemplo de democracia a quienes están observándonos en la sociedad ecuatoriana.
Esto ciertamente beneficia los coristas que quieren pescar en río revuelto y Guillermo Lasso, no puede prestarse para hacerle el juego a aquellos que saquearon el país durante una década y que quieren desestabilizar al Gobierno, para luego ellos ver la posibilidad de regresar. Y ahí sí habría que ver cuándo ellos saldrían del poder.
Pregunta opcional: ¿hay empresarios apoyando las protestas promovidas por el correísmo?
Desconozco si hay empresarios que están promoviendo las manifestaciones o financiando las manifestaciones, sería inaudito que esto esté sucediendo cuando son ellos los primeros perjudicados por las paralizaciones. Lo que sí puede existir, son grupos mafiosos que están siendo perjudicados, especialmente con la eliminación de los subsidios a los combustibles. Ellos podrían estar haciendo un intento de financiar todo el caos que se está viendo el país, porque están siendo afectados sus negocios ilegales. Pero empresarios que trabajan honestamente y pagan impuestos, yo la verdad dudaría de que eso está asociado.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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