Durante los esperados comentarios sobre la economía de Estados Unidos, luego de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal en la que se fijó otro gran aumento de la tasa de interés para controlar los precios en alza, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmó que la inflación sigue siendo «demasiado alta», lo que contradice la reciente afirmación del presidente Joe Biden de que los precios habían subido «solo una pulgada, casi nada».
Powell participó en una conferencia de prensa el 21 de septiembre, justo después de la decisión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de aumentar las tasas de interés en otros 75 puntos básicos, elevando el punto de referencia de la tasa a un rango entre 300 y 325 puntos básicos, es decir entre 3.00 a 3.25 por ciento.
«El Comité está muy atento a los riesgos de inflación», según una declaración del FOMC. Los contratos de futuros de fondos federales esperan que el banco central entregue otro aumento de 75 puntos básicos en noviembre, para aliviar aún más las presiones sobre los precios.
Seguido al anuncio de la tasa de interés, Powell habló con los periodistas entregando un mensaje aleccionador sobre el aumento de los precios e indicando que enfriar la inflación que se encuentra al rojo vivo no sería «sin dolor».
La inflación se debe reducir, dijo Powell, y eso podría requerir algo más que un «aumento relativamente modesto del desempleo».
“Yo desearía que hubiera una forma indolora de hacerlo. No la hay”, añadió Powell en la rueda de prensa.
«Lo que nosotros escuchamos de la gente cuando nos reunimos con ellos es que realmente ellos están sufriendo por la inflación y si queremos proponernos realmente y realmente iluminar el camino hacia otro período de mercado laboral muy fuerte, nosotros tenemos que dejar atrás la inflación”, dijo Powell.
Marcado contraste
El jefe del banco central también dijo que varias medidas de presión sobre los precios muestran que «la inflación sigue siendo demasiado alta».
“Hemos visto cierta recuperación del lado de la oferta, pero la inflación realmente no ha bajado. Si usted observa la inflación del PCE (Precios de Gasto de Consumo Personal) subyacente, que es (…) una buena medida de la evolución actual de la inflación, si la analiza sobre una base anualizada de tres, seis y 12 meses, verá que la inflación está en 4.8 por ciento, 4.5 por ciento, y 4.8 por ciento”, agregó Powell.
Los comentarios de Powell contrastan marcadamente con los mensajes recientes de Biden sobre la inflación. En una destacada entrevista que se transmitió en el programa 60 Minutes de CBS el 18 de septiembre, Biden minimizó las presiones inflacionarias que enfrentan las familias estadounidenses.
La inflación en los últimos meses «no se ha disparado» y la tasa mensual de inflación es insignificante, dijo el presidente en la entrevista.
«La tasa de inflación mes a mes fue solo (…) una pulgada, casi nada», dijo Biden en respuesta a una pregunta de Scott Pelley de CBS, quien señaló que el índice de los Precios al Consumidor (IPC) más reciente llegó a un 8.3 por ciento anual. —valor que está cerca de un máximo de varias décadas— y que los estadounidenses estaban «sorprendidos por sus facturas de comestibles».
Entre los datos del IPC, la inflación de las tiendas de comestibles basada en la categoría de «comida fuera de casa», se disparó un 13.5 por ciento anual en agosto, el ritmo más acelerado de 43 años.
El presidente respondió a la pregunta de Pelley pidiendo «perspectiva» y centrándose en la tasa de inflación mes a mes de agosto, que fue del 0.1 por ciento, en lugar del ritmo anual del 8.3 por ciento.
Las afirmaciones de Biden sobre la inflación provocaron una oleada de críticas de los republicanos y otros comentaristas.
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